El anuncio del laboratorio Merck de que el molnupiravir redujo el riesgo de hospitalización y muerte a la mitad en un ensayo clínico con resultados tan prometedores como para detenerlo antes de tiempo, arroja la esperanza de que pronto habrá una nueva arma contra el covid-19 disponible en las farmacias con el potencial de llegar a mucha más gente que los tratamientos actuales.
Contar con una sencilla pastilla contra el covid-19 que esté disponible en las farmacias bajo prescripción médica es algo que se ha querido desde comienzos de la pandemia. Y este viernes, a juzgar por los datos de los ensayos clínicos anunciados por Merck, parece que finalmente la elusiva búsqueda ha rendido frutos.
El molnupiravir, fabricado por ese laboratorio en conjunto con Ridgeback Biotherapeutics redujo el riesgo de hospitalización y muerte casi a la mitad en un ensayo clínico con 775 participantes no vacunados, información que todavía no está disponible en una publicación científica revisada por los pares.
Tan positivos fueron los resultados, que una junta de expertos independientes a cargo de supervisar el estudio determinó que, dada la contundente eficacia encontrada en el análisis intermedio, era antiético continuar con los ensayos clínicos que fueron detenidos por esta razón antes de tiempo. Algo que científicos como Eric Topol han catalogado como un “momento Eureka en la lucha contra el covid-19”, que podría terminar siendo “uno de los avances más importantes” de la pandemia.
“Esto es algo que cambia profundamente las reglas de juego”, recalca Scott Gottlieb, excomisionado de la FDA a propósito del molnupiravir en entrevista.
El laboratorio solicitará la autorización de emergencia a la Administración de Alimentos y Medicamentos “lo antes posible”.
