
Dice el dicho que la práctica hace al maestro. Pero para nuestros cerebros no es exactamente así.
Una serie de estudios científicos muestran que practicar o estudiar sin parar no es la forma más eficiente de aprender algo nuevo.
De hecho, recientes investigaciones muestran que hacer pausas o darle un “recreo” a tu cerebro le ayudan a aprender mejor.
Durante estos períodos de descanso, tu cerebro puede consolidar de manera más duradera gran parte de la información o las habilidades que quieres aprender.