Tras más de dos años desde que se confirmó la existencia del virus COVID-19, siguen apareciendo nuevas señales, variantes y consecuencias de la enfermedad. Uno de estos nuevos síntomas son los sudores nocturnos, los cuales se deben a la subvariante BA.5.
Durante esta etapa, se han ido produciendo sucesivas olas de contagio, cada una distinta a la anterior, dando lugar mutaciones sobre la enfermedad original, con variantes que dispararon la expansión como Delta u Ómicron, cuyos efectos aún se sienten.
Sin embargo, sería a partir de la variante Ómicron, detectada poco antes de la Navidad de 2021, cuando han surgido numerosas subvariantes. La conocida como ‘silenciosa’ causó el mayor impacto entre los ciudadanos, aunque semanas después el número de variaciones sigue aumentando, lo que ha llevado a un repunte de la incidencia y la hospitalización de pacientes en la séptima ola. En España, la mayoría de casos se ligan a la BA.5, en concreto.
El nuevo síntoma nocturno
En el día de hoy, miércoles, se ha conocido otra novedad. Según el profesor de Bioquímica del prestigioso Trinity College de Dublín, Luke O?Neill,la subvariante BA.5 lleva asociado un nuevo síntoma no relacionado directamente hasta ahora con el coronavirus: los sudores nocturnos.
El descubrimiento ha sido anunciado en una entrevista en el podcast ‘The Pat Kenny Show’, de la emisora de radio irlandesa Newstalk. Aunque el mundo está sumido en una ola de calor, los estudios científicos han avalado que los sudores nocturnos son uno de los rasgos significativos de la última mutación de importancia del coronavirus.
Además, según la Cadena Ser, la BA.5 ha variado la genética original del virus, pero no solo eso, “como ha cambiado la reacción inmunológica, podría dar lugar a una enfermedad diferente”, con la sudoración en la noche como uno de sus elementos principales, afirma O?Neill.