SALUD

Cómo evitar que tus hijos pillen piojos en la vuelta al cole

REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La vuelta al cole ya está aquí y, con ella, una de las mayores pesadillas de niños y padres: los temidos y molestos piojos. Acabar con ellos o, mejor aún, evitar que aparezcan parece a veces misión imposible, pero con algunas medidas preventivas se lo pondremos más difícil a este resistente parásito.

¿Qué es la pediculosis?

Hablamos de pediculosis cuando se produce una infestación por piojos, unos parásitos exclusivamente humanos de unos dos milímetros de longitud que se contagian de unas personas a otros, especialmente entre los niños de entre 3 y 11 años. Además de contagiarse con facilidad, los piojos se reproducen muy deprisa y, aunque no viven más de un mes, en pocos días pueden poner suficientes huevos —liendres— como para que la infestación aumente en pocas semanas, pues estos eclosionan en una semana y en 14 días está, listos para reproducirse.

Durante su ciclo vital, los piojos se alimentan de sangre humana a través de pequeñas picaduras, que son las que producen picor e irritación.

¿Se pueden prevenir?

Aunque ninguno es infalible, hay varias medidas higiénicas que podemos llevar a cabo en casa para prevenir las infestaciones de piojos. Desde ANEFP (Asociación para el Autocuidado de la Salud), nos recomiendas algunas como:

Evitar que los niños compartan peines, bufandas, gorros, complementos para el pelo, abrigos, toallas, etc.

Revisa frecuentemente —una vez a la semana— el pelo de los niños en busca de liendres o piojos o liendres. Mejor si lo hacemos con una lendrera, un peine de púas muy finas que facilitan la retirada de piojos y liendres.

En caso de que los niños o las niñas lleven el pelo largo, recogerlo con una coleta, trenza o moño. De esta forma, además de dificultar el contagio, enfriamos la zona de la nuca y de detrás de las orejas, donde los piojos suelen poner los huevos.

Lavar los objetos que están en contacto con el pelo a menudo y con agua caliente, ya sean cepillos, toallas, coleteros, gorros… así como la ropa de cama. A más de 40 grados, los piojos mueren.

Puesto que en calor excesivo mata a piojos y liendres, una buena medida preventiva es secarnos el pelo a conciencia con el secador para ponérselo más difícil.

Aunque el contagio de piojos no tiene que ver con la higiene, se recomienda lavar y cepillar el cabello con frecuencia.

Además, podemos utilizar repelentes, tanto naturales, como preparados farmacéuticos a modo de prevención. Entre los naturales, encontramos muchos, desde el conocido remedio ancestral de echar vinagre en el agua con la que nos aclaramos pelo, hasta el famoso aceite esencial de árbol de té u otros como el de neem, genario, lavanda o eucalipto. Se recomienda echar entre 5 y 15 gotas entre el champú o en el agua con el que peinamos a los niños. Aunque mucha gente asegura que funcionan, lo cierto es que no hay muchos estudios que avalen su eficacia.

Los que sí están avalados científicamente son repelentes a base de biocidas, como los que contienen IR3535, un eficaz repelente de insectos. Lo que no se debe hacer nunca es utilizar los productos pediculicidas a modo de prevención. Estos solo deben usarse en caso de tener certeza de que hay una infestación por pediculosis.

Qué hacer ante un contagio

Lo primero, no perder los nervios e intentar ser racional, pues, aunque no es nada agradable tener piojos, debemos pensar que más allá de un molesto picor, una pediculosis no supone ningún riesgo para la salud. Una vez localizado algún piojo o liendre, debemos actuar con rapidez y llevar a cabo el siguiente proceso:

Aplicar un tratamiento pediculicida en la farmacia siguiendo a rajatabla las indicaciones del fabricante. Por lo general todos son eficaces y seguros y podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que contienen permetrina y los que contienen dimeticona.

Avisar inmediatamente a sus compañeros de clase, patio, etc. para que a infestación no es extienda.

Revisar las cabezas de toda la familia con una lendrera para asegurarse de que no hay más contagios y atajarlos si fuera necesario.

Lavar con agua caliente la ropa que ha estado en contacto con la cabeza del infectado, así como sábanas, fundas, toallas, objetos para el pelo, etc. Los objetos que no puedan lavarse, pueden meterse en el congelador durante 48 horas o guardarlos en una bolsa bien cerrada durante tres días. Los piojos no pueden vivir sin alimentarse más de 48 horas.

Habrá que revisar la cabeza del afectado casi a diario los primeros días para asegurarnos que la infestación ha pasado.

En caso de que no se eliminen, se puede repetir el tratamiento una semana después. Otra opción es acudir a un centro específico, como Kids And Nits, cadena que se dedica a eliminar la pediculosis en una sesión sin procesos químicos. Es muy eficaz, pero no muy económico.

Mitos sobre los piojos

En torno a los piojos hay muchos mitos que ha pasado de generación en generación. Estos son algunos:

Los piojos saltan o vuelan de cabeza en cabeza. Los piojos son ágiles y rápidos, pero no vuelan ni saltan. Solo se contagian por contacto, ya sea de cabeza a cabeza —el más frecuente— o a través de objetos o prendas compartidas.

Los piojos van a las cabezas sucias. A estos insectos no les importa si llevas el pelo sucio o limpio, es más, los expertos aseguran que prefieren un cuero cabelludo sin grasa para poder moverse y picar mejor.

Los animales pueden contagiarnos. Los piojos son unos parásitos exclusivamente humanos, así nuestras mascotas no pueden contagiarnos, y nosotros a ellas tampoco.

Las farmacias ‘crean’ plagas de piojos para vender más productos. Los piojos solo se contagian por contacto y, hasta la fecha, nadie los ha criado en cautividad, así que se trata de una auténtica leyenda urbana.

Tener piojos siempre pica. No tiene por que ser así, dado que el picor lo produce la saliva el insecto al picarnos, si una persona no es sensible a esta saliva puede no tener síntomas.

Si hay piojos, hay que cortar el pelo. Es cierto que es más aparatoso a la hora de eliminarlos si tenemos el pelo largo, pero, puesto que viven en el cuero cabelludo, a no ser que nos rapemos al cero, no servirá de nada. Ante las largas melenas, lendrera y muuuucha paciencia.

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