
Seguro lo sabes: después de una noche de juerga y mucho alcohol, sigue un día de resaca, dolores de cabeza y malestar general. Sin embargo, algunas personas aseguran que el consumo de alcohol no les provoca resaca. Aquí te diremos los motivos.
En primer lugar debemos enumerar los síntomas más comunes de la resaca: debilidad, sensibilidad extrema a la luz, fatiga, sed, dolor punzante de cabeza, dolores musculares, náuseas, vómitos, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad al sonido, irritabilidad, sudoración excesiva y aumento de la presión arterial.
Los síntomas pueden durar 24 horas o más. Para curar la resaca no queda más remedio que rehidratarse y esperar a que el cuerpo elimine de manera definitiva de su metabolismo los subproductos tóxicos del alcohol.
Pero, ¿Por qué algunas personas no experimentan los síntomas de la resaca? La razón podría explicarse por cómo metabolizan el alcohol. En algunas personas, las enzimas hepáticas, que son las que convierten el acetaldehído en sustancias no tóxicas, pueden ser más abundantes.
La enzima remueve hidrógeno del alcohol y lo transforma en algo llamado acetaldehído.
“El acetaldehído es muy tóxico”, resaltó Andrea Sella, de la University College de Londres. Muchos expertos lo consideran el principal causante de la resaca.
Pero si todos procesamos el alcohol de esta manera, ¿por qué solo algunos sienten los efectos de la resaca?
Sella explicó que tiene que ver con la cantidad de enzimas alcohol deshidrogenasa que tenemos en nuestro hígado.
“La velocidad con la que el alcohol será procesado dependerá de la cantidad de alcoholdeshidrogenasa que tengas en tu sistema”, detalló.