LA HABANA, Cuba.- Los dos diplomáticos de la misión de Cuba ante la ONU que fueron expulsados por Estados Unidos regresaron este viernes a La Habana acompañados de sus respectivas familias, según informó la televisión oficialista de la isla.
Se trata del ministro consejero, Jorge Peña Argilagos, y el primer secretario de la misión diplomática de la isla ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, Rolando Vergara Sito, cuyas identidades no habían sido reveladas hasta ahora.
Los diplomáticos fueron recibidos por la viceministra de Relaciones Exteriores, Anayansi Rodríguez, y el director de temas bilaterales y de la dirección general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Yuri Gala, a su llegada al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana.
El gobierno de EE.UU. exigió el jueves la salida del país de los dos diplomáticos cubanos por haberse “involucrado en actividades dañinas para la seguridad nacional estadounidense” y restringió los movimientos del resto de la misión cubana ante la ONU que, a partir de ahora, solo podrá moverse por Manhattan, donde se encuentra la sede del organismo multilateral.
El reporte de la televisión del país caribeño señaló que los diplomáticos “vuelven a casa con la satisfacción del deber cumplido aunque el gobierno norteño les acuse de realizar supuestos actos incompatibles con su estatus diplomático”.
Cuba sostiene que ambos funcionarios se desempeñaron en el cumplimiento de su misión durante su estancia en EE.UU. en “total apego” a lo estipulado en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas y al acuerdo sobre la sede de las Naciones Unidas.
El ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, afirmó que Cuba responderá “de manera apropiada y oportuna” a la expulsión de los dos diplomáticos.
Rodríguez reiteró que estas decisiones de Washington son “acciones injustificadas e ilegítimas sobre la base de calumniar” a los diplomáticos de la isla y a su misión ante Naciones Unidas.
Consideró que el movimiento del Departamento de Estado “establece un precedente peligroso para las relaciones diplomáticas y el derecho internacional” y que con ello se busca provocar una escalada diplomática que lleve a la ruptura de relaciones bilaterales y al cierre de las respectivas embajadas, reabiertas en 2015 durante el “deshielo” con la Administración de Barack Obama.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente Donald Trump ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático, nuevas sanciones que agudizan el embargo comercial, restricciones a los cruceros y más límites a los viajes de estadounidenses a la isla, aunque los vuelos comerciales siguen operando con normalidad.