La esperanza de aliviar la congestión del tráfico con la introducción de autobuses para escuelas privadas se desvaneció en el parlamento el martes cuando la ministra de Educación, Juliana O’Connor-Connolly, reveló que se había avanzado poco en la moción de un miembro privado que proponía la idea. Respondiendo a las preguntas de Sir Alden McLaughlin (RED), quien lo presentó en abril, O’Connor-Connolly dijo que había varios desafíos en el camino.
McLaughlin dijo que era obvio que cuando las escuelas privadas están de vacaciones, la congestión del tráfico mejora significativamente. Señaló que el parlamento había apoyado unánimemente la moción para que las escuelas privadas tuvieran sus propios autobuses, incluso si eso significaba ayudar a esas escuelas con dinero público.
O’Connor-Connolly dijo que la idea planteaba desafíos financieros y logísticos, así como problemas de seguridad infantil. También habló de la falta de cooperación por parte de los propietarios de autobuses, que estaban preocupados por comprar autobuses para un contrato que tal vez no mantuvieran.
Dijo a los parlamentarios que el gobierno estaba comprometido a intentar llegar a una conclusión positiva, pero que hasta el momento no había habido mucho éxito.
McLaughlin dijo que había “muchas cosas con las que la gente del sector privado no está de acuerdo”, pero los asuntos que afectan la calidad de vida de todos los que viven aquí deben abordarse mediante legislación o políticas.
La ministra dijo que había presentado una nota al Gabinete, pero que había severas restricciones para que la política se hiciera realidad porque las escuelas privadas no tienen zonas de captación y porque los propietarios de autobuses se muestran reacios a comprar autobuses nuevos sin garantías en los contratos.
