Houston Dynamo es el campeón de la US Open Cup. Inter Miami deberá conformarse con el subcampeonato sin Messi y Jordi Alba. Creyeron hasta el final con el gol de Josef Martínez en el descuento, pero la primera mitad de los de Texas fue mucho mejor y acabó siendo clave para hacerse con el título. Los goles de Dorsey y Bassi daban al Houston Dynamo un nuevo título y una plaza en la Champions de Concacaf.
La baja de Messi fue determinante desde el inicio. El argentino fue duda hasta el último minuto, pues si has de jugar una final, mejor hacerlo con el 10 en el terreno de juego. Martino era consciente e, incluso, llegó a afirmar que “esperaría a Leo hasta el último momento, es una final, en otro partido no tomaría ningún riesgo”. Finalmente, decidió no tomarlos. El Inter Miami debía ganar la final sin su mejor jugador sobre el césped. Y el reto tornó en pesadilla…
Los primeros minutos del encuentro ya fueron el preludio de que algo no funcionaba como debería en el conjunto del Tata. Lo que Leo hace fácil, al resto le costaba un mundo. Y es que no todos ganan siete Balones de Oro de la nada. Cuando la calidad no acompaña, todo queda supeditado al físico. Houston Dynamo iba extremadamente sobrado en esta faceta. Quiñones, Carrasquilla, Dorsey… Velocistas que se apoderaban de los costados de la defensa rosa.
Tras varios avisos en un par de contraataques llevados a placer por Héctor Herrera, el gol era cuestión de tiempo. Un mal balance defensivo de Inter Miami y una jugada elaborada de los de Texas iban a provocar el primer tanto del encuentro. Artur puso la pausa en zona de tres cuartos y Dorsey, que subió desde el lateral derecho con una potencia abrumadora, colocó la pelota en la escuadra de Callender, que nada pudo hacer para mantener el empate.
El gol dejó noqueado a todo el público, al que aún le faltaba por presenciar un jarro de agua fría más. Sin tiempo para conectar un par de pases de su equipo, Quiñones se adentró en el área de nuevo, para que Yedlin lo derribara en uno de los penaltis más claros que se recuerdan. El encargado de lanzar desde los once metros fue Bassi, que superó a Callender con un disparo centrado con potencia. Houston Dynamo había solucionado la final en apenas treinta minutos. La baja de Messi había acongojado a sus compañeros desde el inicio del encuentro.