Medidas drásticas contra los medicamentos recetados en medio de la preocupación por el tráfico en el mercado negro
Se han introducido nuevas regulaciones estrictas para los medicamentos recetados en un esfuerzo por frenar el creciente comercio en el mercado negro de drogas controladas, incluidos analgésicos como la oxicodona y el fentanilo.
El director médico, el Dr. Nick Gent, anunció la represión en medio de preocupaciones de que las Islas Caimán pudieran estar acercándose lentamente a una crisis de opioides al estilo estadounidense.
Gent expresó su preocupación de que los medicamentos recetados estén llegando a manos de los vendedores ambulantes. También destacó los temores de que un número creciente de pacientes se hayan vuelto adictos a medicamentos recetados legítimamente.
Utilizando sus poderes bajo la Ley de Uso Indebido de Drogas, ha introducido nuevas regulaciones, con efecto inmediato, que prohíben las recargas de un conjunto de drogas controladas.
Esto incluye analgésicos de los que se abusa notoriamente, como OxyContin (una marca de oxicodona), pero también una serie de otros medicamentos comúnmente utilizados para tratar afecciones que van desde la ansiedad y la depresión hasta el insomnio y el trastorno por déficit de atención.
Gent exige que todos esos medicamentos, incluidos en una lista de medicamentos controlados, ahora solo puedan dispensarse con una receta escrita a mano y con un suministro máximo de analgésicos para 30 días.
También quiere que las farmacias lleven un registro de los medicamentos controlados recetados por cada médico para permitirle auditar e identificar cualquier anomalía.
Las nuevas regulaciones, introducidas con sólo tres días de antelación, hicieron que los médicos se apresuraran a alertar a los pacientes a largo plazo el lunes, y la comunidad médica expresó su preocupación por la falta de consultas y las posibles consecuencias no deseadas de cambios tan rápidos y radicales.
Un médico de alto nivel advirtió que la medida podría agregar una capa adicional de costo y estrés para los pacientes con afecciones graves a largo plazo y no necesariamente abordaría el problema central del trato criminal.
‘Doble tratamiento’
Una de las principales preocupaciones citadas por Gent se centra en la cuestión del “doble tratamiento”. Se sabe que los delincuentes acuden a numerosos médicos con la misma queja y obtienen recetas de medicamentos controlados que luego pueden surtir en múltiples farmacias, sin que ninguno de los profesionales de la salud involucrados se dé cuenta de lo que estaba sucediendo.
“La información anecdótica e informal sugiere que tenemos algunos problemas y que es hora de tomar control de ellos antes de que se vuelvan más significativos”, dijo Gent.
“Sabemos que la gente obtiene medicamentos recetados para venderlos y eso es un simple acto criminal. Obtienen una sustancia controlada defraudando al médico, defraudando al farmacéutico, y luego esos medicamentos se venden en la calle”.
Dijo que la magnitud del problema era lo suficientemente significativa como para que la policía hubiera expresado su preocupación a su oficina.
El mes pasado, el Director de Aduanas y Control Fronterizo, Charles Clifford, también destacó un creciente comercio de drogas duras, incluido el fentanilo –un analgésico recetado– en las Islas Caimán.
Gent citó preocupaciones separadas de que varios pacientes en Caimán se habían vuelto adictos a los opioides, recetados legítimamente para afecciones médicas.
Dijo que no se podía culpar al médico ni al paciente en tales circunstancias. Pero nuevas investigaciones realizadas en los últimos años, en medio de una creciente preocupación mundial por el abuso de dichos medicamentos, significaron que podrían ser necesarias una regulación y directrices de tratamiento más estrictas.
“El grado de adicción a los medicamentos recetados a nivel mundial es bastante aterrador”, afirmó.
Para aquellas personas que se han vuelto adictas, dijo: “Tenemos que tener compasión y tratar eso como una condición médica en la que los apoyamos”.