El Gran Premio de Las Vegas promete ser todo un espectáculo. En menos de dos semanas, los monoplazas de la Fórmula 1 recorrerán las calles de la ciudad y nadie quiere desaprovechar la oportunidad de dar de qué hablar. El equipo Ferrari ha sido el primero que ha presentado su decoración para esta cita.
Carlos Sainz y Charles Leclerc se enfundarán un mono diferente. El negro habitual de las últimas campañas deja paso al blanco que recuerda a otras épocas del euipo. Los patrocinadores siguen esa línea, y en lugar de tener los tonos característicos de cada compañía, adquieren una forma monocolor totalmente blanca, pero en donde se aprecia cada logo, pero lo que más llama la atención es que se despiden de su Cavallino Rampante amarillo, que se pasa también al blanco.
El monoplaza que pilotarán también será especial con un alerón trasero completamente blanco. Eso mismo sucede en el extremo más alto de la cubierta motor, en donde reside el dorsal del piloto para su identificación, y recuerda bastante a aquellos monoplazas en los que tanto relucía la bandera italiana con Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen a los mandos.
Además de llamar la atención con su “nuevo” color, Ferrari quiere también conseguir un buen resultado. En Brasil la suerte no estuvo de su parte. Charles Leclerc no pudo ni arrancar el Gran Premio y a Carlos tampoco le fue demasiado bien. Así, para esta nueva cita, a la que todos llegan en las mismas condiciones al no conocer el trazado, esperan poder traer de vuelta su mejor versión.