La firma de moda Forever 21 se ha acogido a la Ley de Quiebras de Estados Unidos para acometer una reestructuración global que supondrá el cierre de tiendas en ese país y unas “salida” del negocio en Asia y Europa, aunque “continuará las operaciones en México y Latinoamérica”, según informó en una nota.
Forever 21 se acogió voluntariamente a este proceso en un tribunal de Bancarrota del estado de Delaware (EE.UU.) este domingo y su subsidiaria en Canadá también hizo lo propio “para facilitar una reestructuración global que permita a la compañía centrarse en la parte rentable de sus operaciones”.
“Como parte de su estrategia de reestructuración, la compañía planea salir de la mayoría de sus localizaciones internacionales en Asia y Europa, pero continuará sus operaciones en México y Latinoamérica”, señala el comunicado.
La vicepresidenta ejecutiva de Forever 21, Linda Chang, consideró que se trata de una medida “necesaria para garantizar el futuro” del negocio, que ha obtenido una financiación de 275 millones de dólares de su acreedor, JPMorgan Chase, y 75 millones de “nuevo capital” de TPG Sixth Street Partners.
En una nota aparte dirigida a Estados Unidos, la firma aseguró que “esto NO significa que cerremos el negocio”, que sus tiendas “están abiertas y seguirá pareciendo un día normal”, sin cambios en sus políticas de cambios y devoluciones, tarjetas de regalo ni compras y reembolsos.
No obstante, Forever 21 reconoció que como parte del proceso de quiebra en Estados Unidos ha “solicitado aprobación para cerrar un número (indeterminado) de tiendas” y aún se está decidiendo cuáles serán con los propietarios de los locales.
De acuerdo con The New York Times, que recoge declaraciones de Chang y de la consultora que se encarga de la reestructuración, Forever 21 cerrará 178 establecimientos en el país y unos 350 en total en todo el mundo, donde está presente en 40 países.
“El sector minorista está evidentemente cambiando, ha habido una moderación del tráfico en los centros comerciales y las ventas están pasando a ser más ‘online”, dijo Chang, un problema que comparten otros minoristas estadounidenses como Sears o Penney’s.