A medida que la diversión y las festividades de las fiestas se desvanecen lentamente en la memoria, la dura realidad de nuestros excesos se pega a nuestra cintura, lo que nos lleva a la mayoría de nosotros a establecer propósitos de salud y pérdida de peso esta semana. De hecho, cada año millones de personas establecen al menos un propósito saludable de Año Nuevo.
Desafortunadamente, sólo el 9% de las personas logran cumplir sus propósitos y la mayoría se dan por vencidos antes del 19 de enero.
Entonces, ¿qué hace el 9% exitoso de manera diferente a los demás?
Cómo funcionan los hábitos
Nuestros cerebros son pequeñas máquinas ocupadas. Tienen mucho en qué pensar y lograr para que usted siga funcionando y sea productivo. Por lo tanto, configuran de manera efectiva comportamientos automáticos fáciles de lograr para las tareas mundanas cotidianas. Estos se denominan hábitos de piloto automático, como cepillarse los dientes.
Cuando se trata de establecer hábitos saludables en piloto automático, siempre es más fácil incorporarlos a su estilo de vida actual. Aún mejor, aproveche sus hábitos actuales e incluya el nuevo hábito además de ellos; esto se llama acumulación de hábitos.
Por ejemplo, digamos que desea beber más agua como nuevo hábito. Identifique un hábito que ya tenga, como preparar un café por la mañana. Mientras esperas que se prepare el café, puedes beber un vaso de agua. Esto ayuda a aumentar la ingesta de agua y, al mismo tiempo, aprovecha la señal rutinaria de preparación de café.
Cómo mantener hábitos saludables
Pequeñas victorias = grandes cambios
El primer paso para mantener hábitos saludables es hacer microcompromisos. Estos son pequeños pasos que son fáciles de hacer.
En lugar de decir: “Me despertaré una hora más temprano cada mañana”, empieza con sólo 10 minutos. Comience con tres sesiones de gimnasio por semana en lugar de siete, para lograr un comportamiento más consistente y un hábito que mantendrá más allá de enero. A medida que esté más saludable, podrá aumentar lentamente su microhábito.
Limita tus resoluciones
Elija un hábito saludable en el que concentrarse a la vez (su cerebro no puede manejar más de tres hábitos nuevos simultáneamente). Luego comprométete a ello durante 30 días consecutivos.
A tu cerebro le encantan las rutinas y los patrones, por lo que es importante integrar el nuevo hábito y ponerlo en piloto automático con una acción constante.
Hazlo divertido
Los hábitos saludables deben ser divertidos: tu cerebro busca placer y recompensas. Si cierto tipo de ejercicio te produce pavor, busca otra forma de mover tu cuerpo.
Los niños no hacen ejercicio para quemar calorías: juegan por diversión. Como adultos perdemos esta noción de movernos por diversión. Es mucho más fácil motivarnos para ir a divertirnos que quemar calorías.
Lo mismo ocurre con una alimentación saludable: diviértete en la cocina y experimenta con nuevos sabores y platos.
Prepárate para los contratiempos
Es importante reconocer que encontrará obstáculos al cambiar sus hábitos. Es inevitable.
En realidad, no se trata del revés, sino de estar preparado con anticipación para poder manejarlo cuando surja, en lugar de descarrilarse.
Aquí hay algunas ideas para prepararse para los contratiempos:
– Si llueve, haré un vídeo de ejercicios en casa o iré a una clase de yoga.
– Compartiré el coste del entrenamiento con un compañero de ejercicio.
– Si voy a una fiesta, tomaré un refrigerio saludable antes.
encontrar responsabilidad
Los estudios han demostrado que las personas que escriben sus objetivos y encuentran formas de ser responsables de ellos tienen el doble de probabilidades de tener éxito. La responsabilidad nos mantiene motivados cuando se trata de hábitos saludables.
Puede establecer su responsabilidad mediante:
– contárselo a un amigo/pareja, o hacer que se una a usted;
– unirse a un grupo de personas con los mismos objetivos;
– utilice una aplicación de seguimiento o un reloj inteligente para medir su progreso;
– contratar un entrenador.
Celebre y recompénsese
Para crear los sentimientos positivos necesarios para mantenerse motivado, celebre sus logros. Puede ser tan simple como decir “¡Bien hecho!” para realizar un seguimiento de sus mejoras.
Celebre hitos más importantes con obsequios que no sean alimentos, como un nuevo equipo de ejercicio, entradas para el cine o un día de spa.
Buena suerte: concéntrate en un hábito, hazlo pequeño y alcanzable, y hazlo durante 30 días.