El restaurante Alfresco ha recibido un gran apoyo de la comunidad, luego de la noticia de que el muy querido restaurante costero italiano, caribeño y de mariscos cerraría sus puertas el lunes, después de 18 años.
El público acudió en masa al restaurante, ubicado en Town Hall Road en West Bay, durante el fin de semana después de que se anunciara el cierre en las redes sociales a fines de la semana pasada.
“Es insostenible”, dijo el propietario y chef del restaurante, Phillip Wilson, de 58 años. “Económica y emocionalmente, no puedo soportar más estrés”.
Wilson dijo que con un aumento “injusto” en el alquiler y los costos, pagando deudas y recuperándose de la tensión financiera de la pandemia de COVID-19, no podía tomar un respiro.
“Este lugar es como una pesadilla. No funciona. Ya no soy un chico joven. Cuando abrí en 2006, trabajé siete días a la semana, a veces 15 o 14 horas, para que Alfresco tuviera algo que destacar”.
Wilson hizo el anuncio en las redes sociales el viernes, lo que provocó reacciones encontradas entre la gente, incluyendo conmoción y tristeza, así como preocupación por los motivos del cierre.
Un usuario de redes sociales, @sookie345, dijo: “el mejor buñuelo de caracola que he probado en mi vida fue el de aquí. ¡Esto es tan triste!”
“Verdaderamente una joya escondida”, dijo @sparkdbymer_. “Gracias y seguramente extrañaré su restaurante”.
@ fabulosity345_beeangel dijo: “¡Probablemente quiero que se mude ahora para poder derribarla y construir otra mansión en la playa! #problemascaimanes”.
Y de @robbushybush: “literalmente llorando, disfruté de la comida allí hasta el fin de semana pasado. Espero que encuentres pronto otro lugar en West Bay. Los mejores deseos”.
“Ya no se puede ser unilateral”
Se contactó al dueño de la propiedad, Woody DaCosta, quien dijo que era una decisión comercial con la que Wilson decidió no aceptar.
“Ha sido irrazonable. Hemos sido propietarios de esta propiedad durante más de 50 años”, dijo DaCosta. “Hemos ayudado a Phillip en el camino, estamos felices de ayudarlo, pero las cosas han llegado a un punto en el que ya no puede ser un escenario unilateral”.
Para Wilson, originario de Jamaica, Caimán ha sido su hogar desde que tenía 18 años. Encontró el amor por la industria culinaria, dijo, y agregó que el negocio que comenzó desde la nada se ha convertido en un establecimiento floreciente.
Tampoco es sólo un negocio para Wilson, se trata de personas, dijo. “Algunas personas no cocinan los fines de semana, vienen a recoger su cena a Alfresco. Personas de todo el mundo regresan para disfrutar no sólo de la belleza de estas islas, sino también de la singularidad de nuestra comida”.
Además de las delicias culinarias que se ofrecen en el restaurante, Wilson ha apoyado a varias organizaciones sin fines de lucro de la comunidad.
Si bien muchos residentes han expresado su decepción por el cierre, Wilson dijo que “un nuevo Alfresco volverá a surgir del polvo, pero no en este lugar”.
