Las autoridades sanitarias están alertando a los médicos para que estén atentos a ciertos tipos de infecciones meningocócicas graves y poco frecuentes que están registrando un aumento en Estados Unidos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) señalan en una nueva alerta sanitaria que estas infecciones, causadas por una determinada cepa de la bacteria Neisseria meningitidis, pueden manifestarse con síntomas inusuales. En los casos identificados hasta ahora este año, alrededor de 1 de cada 6 personas ha fallecido, una tasa de mortalidad superior a la que suelen registrar con las infecciones meningocócicas.
Estos casos también son inusuales porque afectan a adultos de mediana edad. Normalmente, las infecciones meningocócicas afectan a bebés, adolescentes y adultos jóvenes.
La alerta de los CDC se produce después de que el Departamento de Salud de Virginia advirtiera en septiembre de cinco muertes por la misma forma grave y poco frecuente de enfermedad meningocócica.
La enfermedad meningocócica consiste en cualquier enfermedad causada por Neisseria meningitidis. La infección puede provocar tanto meningitis como una grave infección del torrente sanguíneo denominada septicemia o envenenamiento de la sangre.
La bacteria puede transmitirse de una persona a otra a través del intercambio de secreciones respiratorias y faríngeas, y suele producirse al besar, toser, estornudar o vivir en estrecho contacto con otras personas infectadas.
Hay cuatro grupos diferentes de bacterias meningocócicas que se sabe que circulan en Estados Unidos: B, C, W e Y. Los CDC dicen que en 2023 se registraron 422 casos de enfermedad causada por estas bacterias en Estados Unidos, el mayor número registrado desde 2014. La mayoría de ellos fueron producto de una cepa en particular, ST-1466, que se encuentra en el subgrupo Y.
De momento, 2024 va en camino a superar esa cifra. Hasta la fecha, se han notificado 143 casos en Estados Unidos, casi un 80% más de los que se habían notificado en el mismo periodo en 2023.
Los CDC afirman que la mayoría de las personas a las que se está diagnosticando esta enfermedad son adultos de entre 30 y 60 años. Un número desproporcionado de casos, el 63%, se da en personas negras y, el 15%, en personas con VIH.
Los síntomas típicos de las infecciones por meningitis incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez de cuello, aversión a la luz y náuseas. Sin embargo, muchos de los casos notificados recientemente no presentan estos síntomas. Alrededor de dos tercios de los pacientes presentan infecciones del torrente sanguíneo, y cerca del 4% han tenido articulaciones dolorosas e infecciones.
Los síntomas de las infecciones meningocócicas del torrente sanguíneo incluyen fiebre y escalofríos, fatiga, vómitos, manos y pies fríos, respiración rápida, diarrea y, en fases avanzadas, una erupción de color morado oscuro.
Los síntomas iniciales pueden parecerse a los de muchas infecciones diferentes, pero empeoran rápidamente y pueden poner en peligro la vida en cuestión de horas, según los CDC. El tratamiento inmediato con antibióticos es fundamental. Los supervivientes pueden sufrir efectos a largo plazo, como sordera, o incluso necesitar amputaciones de brazos y piernas.
Existe una vacuna que protege contra la meningitis bacteriana. Se recomienda para niños de 11 a 12 años y, dado que la protección disminuye, suele administrarse una dosis de refuerzo a los 16 años. También se recomienda a personas con ciertas afecciones médicas que comprometen la función inmunitaria, como el VIH. Según los CDC, las personas pertenecientes a grupos vulnerables deben recibir dosis de refuerzo de esta vacuna cada 3 a 5 años.