El gobernante Miguel Díaz-Canel reconoció este jueves que el estado de opinión de los cubanos, respecto al abastecimiento de la canasta básica, es “muy crítico y muy negativo” y, a su juicio, abarca “cuatro dimensiones fundamentales”.
La primera es la del tiempo, ya que la población se pregunta a qué se debe la demora en el reparto completo de los mandados, “como se realizaba en otros momentos”. Esto se debe, explicó, a que en los últimos meses del año pasado y los primeros de este 2024, ha habido “un fraccionamiento” en el reparto de los productos de la bodega.
En su intento de explicar los motivos de la escasez que padece la Isla, el mandatario hizo referencia a “otra dimensión”, que tiene que ver con la calidad de algunos productos de la canasta básica. Habló también de una tercera dimensión, que es la composición de esa canasta, ya que, según explicó, hay productos que han desaparecido o no se dan con la misma frecuencia. La cuarta y última dimensión tiene que ver con el cuestionamiento sobre cómo se trabaja para garantizar el suministro de alimentos, que es vital en el caso de los cubanos que no tienen familia en el extranjero y que viven exclusivamente de lo que llega a la libreta de abastecimiento.
Díaz-Canel hizo estas referencias en el segundo programa “Desde la Presidencia” con el que intenta hacer un ejercicio de transparencia, leyendo comentarios que cuestionan informaciones que ha dado la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, asegurando que la canasta básica estaba asegurada en enero y febrero y la realidad fue bien distinta porque, entre otros comentarios leyó algunos que señalan que “El azúcar de la canasta brilla por su ausencia”, una opinión que se recoge en 40 municipios de once provincias cubanas, lo que le lleva a pensar que esa falta “está bastante generalizada”.
También se quejan los cubanos de que “el pueblo está sin café hace tres meses”; “parece que es una contrarrevolución para tener al pueblo disgustado”. Además, se preguntan ¿cuándo traerán los huevos a la bodega?” y se quejan de que “la cosa se está apretando, no viene ni picadillo, ni pollo” y que “la leche de dieta para los enfermos y niños no tiene calidad y llega a cualquier hora”, entre otros comentarios similares.
De ahí que el programa del gobernante cubano pretenda para explicar desde por qué no hay comida en Cuba. A modo de respuesta, el viceministro primero de Comercio Exterior, Oscar Pérez-Oliva, aseguró que habrá “disponibilidad de arroz hasta junio” y también trigo hasta una parte de junio para garantizar el pan en la bodega.
Díaz-Canel señaló al inicio de su nuevo programa, con el que busca “aclarar estados de opinión”, que iban a explicar a qué se deben todos esos problemas que está teniendo la canasta básica en Cuba. La explicación es la de siempre: hay que importar, no hay dinero y los precios han subido.
La propia ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, reconoció que no se trata de hechos puntuales sino de una situación que se viene dando en los últimos dos años. Como resultado han desaparecido productos como las pastas y el fósforo. También admitió que están sufriendo el déficit de productos “que no se pudieron recuperar como el café, el aceite, los productos cárnicos y el huevo.
Según explicó la ministra, entre las causas está “una altísima dependencia de las importaciones”, afectadas, según dijo por el financiamiento (falta de dinero) y “los precios, que reducen la capacidad de compra”. La consecuencia es que al suministrar una canasta fraccionada, se gasta más combustible en la distribución, especialmente en zonas apartadas del Plan Turquino, por ejemplo, donde asegura que a veces tienen que ir hasta tres veces en un mismo mes.
