La Federación de Fútbol de Estados Unidos y la Federación Mexicana de Fútbol retiraron su candidatura conjunta para organizar la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027, anunciaron ambas organizaciones este lunes.
Las federaciones dijeron que, en cambio, se enfocarán en una candidatura para la edición de 2031 del torneo: “la candidatura exige una inversión igual a la del torneo masculino, eliminando las disparidades de inversión para maximizar plenamente el potencial comercial del torneo femenino”.
La decisión de este lunes deja dos candidaturas restantes para albergar el torneo de 2027: una de la Asociación Brasileña de Fútbol y otra conjunta de la Real Asociación de Fútbol de Bélgica, la Real Asociación Neerlandesa de Fútbol y la Asociación Alemana de Fútbol.
El anuncio de la candidatura ganadora de 2027 tendrá lugar en el 74º Congreso de la FIFA, que se realizará en mayo.
CNN se puso en contacto con la FIFA para conocer la reacción de las federaciones de Estados Unidos y México al anuncio.
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“Organizar un torneo de la Copa Mundial es una empresa enorme, y tener tiempo adicional para prepararnos nos permite maximizar su impacto en todo el mundo”, dijo la presidenta de US Soccer, Cindy Parlow Cone, en un comunicado. “Estoy orgullosa de nuestro compromiso de ofrecer experiencias equitativas a los jugadores, a los aficionados y a todas las partes interesadas. El cambio de nuestra candidatura nos permitirá organizar una Copa Mundial Femenina sin precedentes en 2031 que ayudará a crecer y elevar el nivel del fútbol femenino tanto aquí en casa como en todo el mundo”.
En los próximos años, el calendario de competiciones internacionales de fútbol en Estados Unidos seguirá estando repleto.
La Copa Mundial de Clubes de la FIFA inaugural tendrá lugar en el país en 2025, la Copa Mundial Masculina de la FIFA llegará a Norteamérica en 2026 coorganizada por EE.UU., México y Canadá, y en 2028, los Juegos Olímpicos de verano tendrán lugar en Los Ángeles.
El presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Ivar Sisniega, dijo que con la experiencia adquirida al ser coanfitriones del Mundial masculino en 2026, “podremos ofrecer la mejor infraestructura, así como una afición entusiasta que hará que todos los equipos participantes se sientan como en casa y armar un Mundial que contribuya a que el fútbol femenino siga creciendo”.