Es el máximo héroe moderno del fútbol mundial. Lionel Messi tuvo en el FC Barcelona una carrera futbolística digna de un guion de superhéroes. Exitosa, brillante, predestinada. Lo dicen los 34 títulos que conquistó en el club catalán. Paralelamente, su andar en la Selección Argentina estaba en las antípodas. Desierto de logros y con lejanía de amor con los fanáticos. Fue un camino doliente, sufrido y lleno de espinas. Todo su esfuerzo se traducía en un nada angustiante. El castillo de arena se desarmaba en cada Mundial o en cada Copa América que jugaba. Su errático andar aumentó sus desafíos. La de Brasil 2021, fue su sexta Copa América disputada y su primera gran coronación con la Albiceleste. En 2022 se llenó de gloria con la conquista mayor en el Mundial de Qatar. Eso le permitió tomar definitivamente la corona dejada por Diego Maradona. Su aureola de héroe llegó a su cenit.
Lionel Messi participó hasta aquí en seis Copas América, de las cuales disputó 4 finales: Venezuela 2007, Chile 2015, Estados Unidos 2016 y Brasil 2021. Esta última su único título continental. Las otras dos competencias fueron la de Argentina 2011 y la de Brasil 2019.
En el camino a ganar su primera Copa América, y más allá de su paso cambiado, tuvo prestaciones propias de su genio: desde el primer torneo continental que disputó en Venezuela 2007 hasta Brasil 2021, donde su arte sublime hechizó a todos por igual. Aquí echamos un vistazo de un puñado de las gemas más relucientes que Lionel Messi tuvo con la albiceleste en el prestigioso torneo de la Conmebol.
Un gol antológico en la Copa América Venezuela 2007
Messi llegaba de ganar en 2006 su primera Champions League con el FC Barcelona. El equipo dirigido por Alfio “Coco” Basile era un verdadero Dream Team. Esteban Cambiasso, en el mediocampo, distribuía la pelota con su notable clase. Juan Sebastián Verón y Juan Román Riquelme eran los dos descomunales bastoneros estratégicos del equipo. Lionel Messi era el desequilibrio que, con un desparpajo fascinante, iba quebrando la cintura de los rivales. Arriba, Carlitos Tévez y Hernán Crespo –alternándose– eran dos bisturís que lastimaban redes y defensores.
La Pulga anotó un gol ante Perú en los cuartos de final, en la victoria 4-0. No obstante, su arte en estado puro llegó en el partido de semifinal ante México. Messi frotó la lámpara de genio tras una asistencia de Tévez, y acarició el balón con el pincel de su pie izquierdo, para que la pelota vuele por encima del arquero Oswaldo Sánchez. Este deslumbrante gol fue elegido el mejor de la Copa América. Aún está en el recuerdo el aplauso de Basile y sus gestos de pleitesía a un Messi de 20 años que usaba el dorsal 18.
Despampanante actuación en la goleada ante Paraguay en la Copa América Chile 2015
La Pulga arribó a Chile con su cuarta Champions League conquistada con el FC Barcelona. Argentina y Messi aún tenían heridas abiertas por la final perdida en tiempo suplementario ante Alemania en el Mundial de Brasil 2014. También en el recuerdo latía el rotundo fracaso de la Copa América 2011 en suelo argentino, donde Messi no anotó goles y Argentina fue eliminada en Santa Fe tras perder contra Uruguay vía penales en cuartos de final.
Leo tuvo una colosal presentación en la goleada 6-1 ante Paraguay. Ese contundente triunfo significó el pase a la final continental. Messi no hizo goles pero fue la piedra angular de un equipo que fue un violín en el juego y contundente en la ofensiva. El astro rosarino participó en 5 de los 6 tantos ya que el asistidor quirúrgico con el cual el equipo del Tata Martino aplastó a los Guaraníes.
Un Messi esplendoroso en toda la Copa América Centenario 2016 que terminó con las manos vacías
Fue un torneo en el que el crack rosarino demostró de qué estaba hecho. Fue nuevamente por el título que tanto se le negaba. Tuvo un desempeño superlativo durante toda la competencia. En la fase de grupos, Argentina ganó los tres partidos ante Chile, Panamá y Bolivia. El torneo de Argentina fue de alto estándar. Hasta la final ganó todos sus partidos con grandes prestaciones de un equipo, dirigido nuevamente por Gerardo “Tata” Matino, bien estructurado y sin dejar dudas de su tremendo poderío.
En la goleada ante Panamá por 5-0, Messi anotó tres goles y tuvo una actuación destellante. Volvió a destacar de gran forma en la goleada 4-0 ante Estados Unidos, donde anotó un golazo formidable de tiro libre.
En cuartos de final, Argentina goleó a Venezuela 4-1. Messi fue nuevamente la figura, ya que anotó el gol número 54 con la camiseta de la Selección e igualó en ese entonces el récord que tenía Gabriel Batistuta. En la semifinal ante Estados Unidos, Messi fue el artista máximo del partido. La Pulga realizó una asistencia magistral a Ezequiel Lavezzi para que éste marcara el 1-0, de lo que fue un abultado 4-0. Luego hizo un gol sensacional de tiro libre que hizo estallar el estadio. Gonzalo “Pipa” Higuaín anotó el cuarto y nuevamente Messi fue el gestor de la asistencia.
Su partido de menor nivel, sin ser malo, fue la final ante Chile, cuando Argentina nuevamente cayó vía definición de la pena máxima. Tras ello llegó su renuncia momentánea a la Selección.
El astro del fútbol brilló en todo su esplendor y se consagró campeón en Brasil 2021
Fue el torneo número 10 que jugó Messi con la Selección Argentina.
Hasta este certamen los cinco balones de oro ganados en Europa no fueron un antídoto, en 2019, cuando Argentina quedó eliminada por Brasil en semifinales. Messi tuvo una performance lejos de su enorme talento.
En 2021, estaba nuevamente plantado para ir por la gloria. El astro rey brilló con todo su sol, se transformó en el mejor jugador del certamen, y fue determinante para que Argentina lograra su primer título luego de 28 años.
Cada partido lo jugó con el ojo de tigre. Estuvo encendido, enérgico y con un brillo rebosante. Marcó 4 goles en el torneo y fue, junto al colombiano Luis Díaz, el máximo goleador del certamen. Un gol a Chile, dos a Bolivia –uno de penal–, ambos partidos en fase de grupos, y el restante fue un golazo infernal de tiro libre a Ecuador en cuartos de final. Fue el líder en asistencias (5), y fue quien creó más chances de gol para su equipo (21).
El gol de Di María en un Maracaná con pocos hinchas –la pandemia de covid-19 no permitía la asistencia– le dio el triunfo ante su clásico rival en la final soñada. Argentina y Messi fueron un rugido de alegría que encontró su cauce, de angustia retenida que se disolvía, y de un frenesí que llegó tras 4 finales perdidas. Messi fue el líder por su desparpajo escénico en cada prestación. También lo fue por su rebeldía anímica. Sus propios compañeros cantando por él tras la final conquistada, fue el himno de pleitesía al rey del fútbol, que tenía finalmente su corona y el amor de un pueblo rendido a sus pies.