Como viene ocurriendo desde hace años, la primera tormenta de 2020 se formó antes del inicio oficial de la temporada ciclónica en la cuenca atlántica
En medio de la pandemia del COVID-19 comienza oficialmente una nueva temporada de huracanes en el Atlántico este primero de junio, lo que significa seis meses para estar aún más alerta en el sur de Florida y el sureste de Estados Unidos.
La Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) divulgó el 21 de mayo su pronóstico en el que vaticinan que podrían formarse alrededor de 13 y 19 tormentas, de las cuales seis a 10 serían huracanes y de éstos al menos de tres a seis serían huracanes de gran intensidad (categorías 3, 4 o 5; con vientos de 111 mph o más).
“El análisis de NOAA de las actuales condiciones atmosféricas revela que están dadas las condiciones para una temporada activa en el Atlántico este año”, dijo Neil Jacobs, jefe de NOAA.
Hay un 60% de probabilidades de que la temporada sea por encima del promedio, dijo NOAA en un conferencia de prensa telefónica este jueves. Además, hay un 30% de chances de que la temporada sea una promedio, y un 10% de que esté por debajo del promedio.
Como viene ocurriendo desde hace años, la primera tormenta de 2020 se formó antes del inicio oficial de la temporada ciclónica en la cuenca atlántica, que va del 1 de junio al 30 de noviembre.
Este es el caso de la tormenta tropical Arthur, que se formó frente a la costa de Florida el 16 de mayo y recientemente Bertha, que se formó frente a las costas de Carolina del Sur.
Actualmente un sistema de baja presión que se encuentra frente a las costas de centroamérica está bajo vigilancia y el Centro Nacional de Huracanes le está dando 60% de probabilidades de que se desarrolle como un evento ciclónico. Si se llegase a transformar en tormenta, el nombre que adoptaría sería el de Cristóbal.