Mujer que durante años hacía operaciones plásticas en su cocina y mutiló a decenas de clientas entra en coma antes de ser juzgada
Un tribunal de Krasnodar (Rusia) pospuso este jueves el juicio contra Alyona Verdi, una falsa cirujana plástica acusada de operar en la cocina de su casa y mutilar a decenas de clientes, debido a la incomparecencia de la imputada.
De acuerdo con las fuentes del periódico Kubánskie Nóvosti, Verdi, de 37 años, se encuentra en coma en un hospital después de ingerir una gran dosis de medicamentos.
Alyona Verdi, bautizada por los medios locales como la ‘doctora Frankenstein’, está acusada de al menos siete episodios de prestación de servicios médicos que no cumplían con las normas de seguridad y causaron graves daños a la salud, recoge RIA Novosti.
La historia de Verdi causó gran repercusión mediática en el país. Durante cuatro años, de 2015 a 2019, Verdi estuvo practicando intervenciones plásticas sin tener la titulación correspondiente. Durante ese tiempo, sus operaciones acabaron mutilando a numerosas clientas, varias de las cuales quedaron con algún tipo de discapacidad y una de ellas acabó falleciendo a causa de su mala praxis.
“Mi vida se ha convertido en un infierno”
“Leí muchas cosas buenas sobre [Verdi], además, en la ciudad en cada esquina había una gran cantidad de vallas publicitarias con su fotografía, la publicidad era sorprendente. Así que decidí concertar una cita con ella”, relató una de sus clientas, Anastasía Ismaílova, al periódico Komsomólskaya Pravda Kubán.
“[En su despacho] había docenas de diplomas y premios. Como descubrí más tarde, los documentos eran falsos“, agregó la mujer.
En octubre de 2017, Verdi, que entonces trabajaba en una clínica, realizó a Ismaílova una abdominoplastia por la que la mujer pagó más de 245.000 rublos (más de 3.500 dólares).
Dos días después de la operación, Ismaílova fue dada de alta a pesar de que sufría un “dolor intenso” y su cuerpo “no tenía un color natural”, como si le hubieran golpeado. Unas semanas más tarde, empezó a desarrollar necrosis y seroma (acumulación de líquido tisular en el tejido subcutáneo de una herida suturada), que los médicos tuvieron que extraer.
“Le escribí a Alyona para que me explicara qué hacer, pero ella desaparecía constantemente”, recordó Ismaílova. Poco después, Verdi la citó en su propia casa.
“Me realizó 6 operaciones en casa: tenía todo lo que necesitaba allí, en un cajón de la cocina, donde las amas de casa comunes tienen cuchillos y tenedores, ella tenía escalpelos y agujas”, reveló la paciente.
Los médicos aún no saben cómo corregir las consecuencias de la mala práctica de la falsa cirujana. A Ismaílova le detectaron después un tumor, que recientemente lograron extirparle en un hospital. Ahora cada movimiento que hace le produce dolor, incluso cuando come, y la mujer tuvo que dejar su trabajo, mientras que las relaciones con su marido empeoraron.
“Mi vida es un infierno ahora, así que me prometí a mí misma que conseguiría justicia y detendría a la falsa cirujana”, señaló Ismaílova.
Varias mujeres más mutiladas y un proceso penal
Otra clienta, Evgenia Lanovaya, se quedó casi ciega después de que Verdi le practicara una blefaroplastia en un despacho ubicado en el sótano de una casa. “Tiene algún don de persuasión. Cuando estás con ella, confías en ella completamente”, recordó Lanovaya.
La mujer pudo corregir en parte las secuelas de la operación de Verdi con la ayuda de otros cirujanos, pero todavía tiene problemas de visión.
Posteriormente, Verdi realizó varias otras intervenciones plásticas fallidas, entre ellas, extracciones de las bolas de bichat en la cara, liposucciones, mastopexias mamarias, rinoseptoplastias de la nariz y ‘liftings’ faciales, causando graves daños a la salud de las pacientes.
En 2018, Verdi fue acusada de causar la muerte por negligencia de Alla Bagrova, de 43 años, quien falleció tras una abdominoplastia a causa de la pérdida aguda de sangre.
Según las conclusiones de los expertos, la muerte se produjo como resultado de errores realizados por la cirujana durante la operación. El tribunal, que en ese momento no sabía que sus titulaciones eran falsas, multó a Verdi con 150.000 rublos (más de 2.100 dólares) y el proceso penal se cerró.
Aunque ahora Verdi está acusada por solo siete casos de mala praxis, es probable que existan muchas más mujeres que hayan quedado con secuelas físicas a consecuencia de sus operaciones.