La soberana de Reino Unido ha emitido un comunicado el que califica de “preocupantes” las palabras de nieto y su esposa, especialmente las del racismo.
La reina Isabel II se ha pronunciado al fin tras las explosivas declaraciones de Harry y Meghan Markle en la famosa entrevista con Oprah Winfrey en la CBS, una emisión de dos horas que siguieron más de 17 millones de personas solo en Estados Unidos. Desde que se emitió, los Duques de Sussex no han dejado de ocupar portadas, y muchos se preguntaban por qué la familia real británica no se pronunciaba sobre el tema. Por fin ha llegado la respuesta en forma de comunicado, desde Buckingham Palace y con el nombre de la soberana de Reino Unido.
“Toda la familia está entristecida al conocer el alcance total de cuán desafiantes han sido los últimos años para Harry y Meghan. Las cuestiones planteadas, especialmente la racial, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y la familia se ocupará de ellos en privado. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia”, expresó.
La reina quiere terminar así con el revuelo mediático que se ha formado después de la emisión de la entrevista, sobre todo por las confesiones que realizó Meghan y que atribuían deleznables comentarios procedentes de miembros sin identificar de la familia real británica. Estos mostraban su preocupación por el color que tendría Archie, una actitud que cabreó a los duques, a Oprah y también a la audiencia, por lo que Harry se vio obligado a desvelar que no habían sido hechos ni por Isabel II ni por el Duque de Edimburgo.
Lo hizo en privado y en presencia únicamente de la presentadora, pero rápidamente ella lo soltó ante las cámaras y ha comenzado una tormenta de rumores y especulaciones sobre quién tuvo semejantes comentarios cargados de racismo. Muchos ponen el foco sobre el príncipe Carlos, otros sobre el príncipe Guillermo, y tampoco se descartan a los tíos que Harry tiene por parte de padre, Andrés y Eduardo.