Aquí antes había una zona de construcción ruidosa. Ahora parece un pueblo fantasma, congelado en el tiempo.
La maquinaria pesada se encuentra estacionada e inmóvil. Montones de bolardos de acero se extienden hasta donde alcanza la vista.
El gobierno de Trump construyó más de 724 kilómetros de vallas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Una cifra que incluye cientos de kilómetros de vallas de reemplazo y 83 kilómetros de construcción donde antes no había barreras. El muro se convirtió en un punto central de su presidencia, un escenario para los mítines políticos y un símbolo de las polémicas medidas de inmigración de su administración.
En la campaña electoral, el presidente Biden prometió no levantar ni un centímetro más del muro fronterizo. Y rápidamente detuvo la construcción una vez que llegó a la presidencia.
Pero, hay gran pregunta que todavía no tiene respuesta, meses después de su presidencia: ¿Qué ocurrirá en los lugares donde ya se estaba construyendo?
El muro cubre actualmente 1.136 kilómetros de los 3.144 kilómetros que tiene la frontera entre EE.UU. y México. Recientemente visitamos cuatro lugares a lo largo de ese tramo donde ya había comenzado la construcción del muro, pero en los que se interrumpió desde que Biden llegó a la presidencia.
Hasta ahora, la nueva administración no ha informado qué sucederá en ninguno de estos lugares.
Sin embargo, la gente que vive y trabaja en la zona sí tiene mucho que decir con respecto lo que quiere que ocurra.
Esto es lo que hemos visto y lo que nos han dicho:
Parada 1: la vista desde el final de la carretera
Este punto es lo más lejos que llegó la construcción del muro fronterizo, a unos 24 kilómetros al este de Nogales, Arizona, en las montañas de la Patagonia. Lo que se ve ahora es un camino excavado a través de un paisaje desértico.
Es una escena demasiado familiar para el activista medioambiental Laiken Jordahl. Como antiguo guardabosques, ha pasado los últimos cuatro años haciendo campaña contra el muro fronterizo en estas zonas remotas de Arizona.
Así es cómo Jordahl describe el paisaje:
«Es una escena un poco extraña porque tenemos esta enorme cantidad de devastación, esta enorme franja de tierra que se abrió con explosiones, y nadie sabe lo que va a pasar después”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que los proyectos del muro fronterizo se sometieron a «Planes de Gestión Ambiental» para analizar y minimizar el impacto ambiental. Lo que incluyó estudios sobre cómo la fauna podría resultar afectada por los planes.
Jordahl asegura que ya vio suficiente.
«Queremos que se cancelen estos contratos y que los miles de millones de dólares que quedan de eso se utilicen para restaurar este hermoso paisaje”.
Parada 2: hay huellas de neumáticos en la tierra, pero ninguna actividad
En el Monumento Nacional de Coronado, en Arizona, las huellas de los neumáticos en la tierra recuerdan la maquinaria pesada de construcción que estuvo aquí hace solo unos meses.
En diciembre, los equipos trabajaban frenéticamente para terminar de levantar un tramo de muro.
Ahora, las carreteras cercanas están bloqueadas, así que no podemos acercarnos lo suficiente para ver lo que construyeron.
Pero sí está claro que el paisaje de la zona ya ha cambiado radicalmente.
Parada 3: una ladera con marcas y un muro a medio construir
En el Cañón de Guadalupe, los equipos de construcción estaban ocupados trabajando la última vez que fuimos. Lo único que se oía era el ruido de la maquinaria pesada, de los equipos de construcción y de las explosiones en las montañas. Ahora, el silencio es inquietante.
La construcción se detuvo. Y se puede ver la ladera de la montaña llena de marcas, un muro a medio construir y grandes cantidades de acero, aparentemente abandonado. En este momento los restos de las antiguas barreras fronterizas de acero bloquean el acceso al nuevo muro.
Para Jordahl y otros activistas contra el muro fronterizo, la pregunta es: ¿cómo se repara una montaña que ahora tiene este aspecto? En ese sentido añadió algunas palabras.
«Es indignante. Hemos visto cómo se detonan miles de kilos de dinamita en áreas silvestres, en zonas de paso para especies en peligro de extinción, en lugares donde no hay migración frecuente de personas o contrabandistas… Han cortado toda una cordillera para construir un pequeño tramo de muro que para alguien en Washington era solo otro kilómetro más en el total”.
Parada 4: una escena que un sheriff califica de «insensata»
En Del Rio, Texas, el sheriff del condado de Val Verde, Joe Frank Martínez, nos llevó a lo que se supone es un tramo de tres kilómetros de muro fronterizo. Hasta ahora, solo se han construido unos cientos de metros.
El equipo de construcción sigue en el sitio. Las zanjas profundas están excavadas.
«Alrededor del 24 de enero todo se detuvo… Para mí, es simplemente… una locura”.
Todavía se puede ver la valla más pequeña que solía vigilar este tramo de la frontera. Y eso funcionaba, afirma Martínez. La delincuencia, los robos y los hurtos se redujeron cuando la estructura desvió la actividad de tráfico y dio a los agentes de la Patrulla Fronteriza más tiempo para responder. Pero, ahora que esta nueva estructura, una valla más alta de 9 metros, está a medio construir, el sheriff espera que se termine.
«Creo que es una tontería dejar este proyecto como está. Tengo entendido que van a continuar en un futuro próximo, pero eso está por verse».
Y hay una cosa que sabe que no quiere que ocurra: que se retire toda la valla, una idea que han sugerido algunos críticos del muro fronterizo. Esto es lo que expresó al respecto.
«Si eso sucede, entonces vamos a retroceder 20 o 30 años, con masas de gente pasando por aquí. El índice de criminalidad en mi comunidad subirá, porque no hay estructura aquí”.
En una de sus primeras acciones como presidente, Biden ordenó una pausa en la construcción del muro y pidió una revisión de los proyectos, así como un plan para redirigir los fondos en un plazo de 60 días. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en coordinación con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU., dice que para cumplir con la orden del presidente ha suspendido los proyectos de construcción del muro «excepto en las actividades relacionadas con la seguridad».
El período de revisión de 60 días terminó hace más de un mes. Pero el gobierno de Biden, presionado en los últimos días para que responda sobre sus planes con respecto al muro fronterizo, no ha dicho mucho.
«Las agencias federales siguen revisando los contratos del muro y desarrollando un plan para presentárselo al presidente pronto, está… está en pausa», dijo recientemente a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La última solicitud de fondos del gobierno al Congreso incluye US$ 1.200 millones para infraestructura fronteriza, pero no hay fondos adicionales para la construcción del muro.
Este viernes, la administración anunció que está tomando medidas para enviar miles de millones de dólares de regreso al Pentágono, al cancelar todos los contratos en la frontera que utilizaban fondos destinados originalmente para misiones y funciones militares.
La última solicitud de financiamiento de la administración al Congreso incluye US$ 1.200 millones para infraestructura fronteriza, pero no fondos adicionales para la construcción del muro.
