Unos investigadores que estaban estudiando con ratones hicieron un descubrimiento fortuito que podría conducir a un nuevo tratamiento de la boca seca, que han presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Farmacología y Terapéutica Experimental durante la reunión virtual de Biología Experimental (EB) 2021.
Más del 10% de las personas experimentan sequedad bucal, que puede estar causada por afecciones médicas, tratamientos de radiación, ciertos medicamentos y el envejecimiento.
Abigail Boyd, candidata al doctorado en la Universidad del Sur de Alabama, en Estados Unidos, y sus colegas hicieron el nuevo descubrimiento mientras exploraban los beneficios antiinflamatorios de la inhibición de las enzimas fosfodiesterasa-4 (PDE4) en un modelo de ratón de infección pulmonar bacteriana.
Tras observar que los ratones tratados con un inhibidor de la PDE4 salivaban, decidieron examinar si esta observación podía traducirse en una terapia de boca seca. También estudiaron las implicaciones del descubrimiento para la fibrosis quística, que provoca infecciones pulmonares persistentes y limita la capacidad de respirar a lo largo del tiempo.
“La saliva, aunque a menudo se da por sentada, es indispensable para la salud bucal y el bienestar general –explica Boyd–. Se necesitan nuevas formas de tratar la sequedad bucal, ya que las opciones de tratamiento son actualmente limitadas”.
Los investigadores trabajaron con varios inhibidores distintos de la PDE4, incluido el roflumilast, un inhibidor de la PDE4 que se utiliza clínicamente para el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Su análisis reveló que los inhibidores de la PDE4 aumentan la salivación al inhibir la PDE4 en las glándulas salivales y en el sistema nervioso autónomo, que regula procesos corporales involuntarios como la respiración.
“Aunque las causas de la disfunción de las glándulas salivales son variadas, a menudo hay un componente inflamatorio –señala Boyd–. Así pues, además de estimular las secreciones salivales, la inhibición de la PDE4 también podría ejercer beneficios terapéuticos al aliviar las respuestas inflamatorias que causan la disfunción de las glándulas salivales”.
Los investigadores también estudiaron los efectos de la inhibición de la PDE4 en un modelo de ratón de fibrosis quística. La fibrosis quística se produce cuando el organismo no fabrica la proteína reguladora de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR) o no la fabrica correctamente.
Esta proteína ayuda a mantener el equilibrio de la sal y el agua en muchas superficies del cuerpo, incluidos los pulmones. En el nuevo trabajo, los investigadores demostraron, por primera vez, que la PDE4 controla la salivación dependiente de la CFTR en ratones. Este hallazgo sugiere que la PDE4 podría tener potencial terapéutico para ayudar a aliviar la disminución de la función del CFTR en pacientes con fibrosis quística.
Los investigadores siguen estudiando los mecanismos que intervienen en la inhibición de la PDE4 y planean averiguar si sus hallazgos se trasladan a las personas.