Zidane ya está manos a la obra para preparar otro gran esprint liguero. El objetivo es ganar los cuatro partidos que restan y pescar en río revuelto, dado que el Real Madrid ya depende de sí mismo tras el empate entre Barcelona y Atlético en el Camp Nou. LaLiga está en manos de los blancos y hay conjura en el vestuario para que no se escape, por todo lo que han sufrido esta temporada… y por Zidane, al que los jugadores quieren dar una alegría.
La jornada que se avecinaba estaba tachada en rojo como decisiva para conocer al futuro campeón, pero en el vestuario tenían claro que pasase lo que pasase en el Camp Nou había que dar continuidad a los buenos resultados y que el título exigiría otro final de campeonato.
En eso Zidane de finales espectaculares es un experto. Da igual cómo llegue colocado el Madrid a los últimos metros de la Liga que casi siempre aparece para disputar el esprint final. Y lo hace de maravilla, protagonizando rachas triunfales imposibles de resistir para sus rivales y que en dos ocasiones las coronaron con dos títulos. Ahora que necesita un cuatro de cuatro espera repetir racha.
Tres meses sin perder en Liga
De hecho, en la presente Liga el Madrid ha lanzado el esprint desde lejos. Concretamente desde el 30 de enero, cuando cosechó su última derrota que amenazaba con descolgarlo definitivamante de la pelea por el título. Sin embargo, desde entonces los blancos coleccionan 14 jornadas sin perder, con un balance de 10 victorias y 4 empates. Han sumado 34 puntos de los últimos 42 posibles.
Un esprint al que le quedan cuatro partidos para protagonizar otra remontada de época con la firma de Zidane. Porque el Madrid, que vuelve a depender de sí mismo en el momento clave, en los tres últimos meses ha conseguido sumar siete puntos más que el Atlético a pesar de que los de Simeone han jugado un partido más. Tras el tropiezo de ayer, pueden ser diez.
La remontada del último título
El año pasado es el ejemplo más reciente de los esprint marca de la casa de Zidane. El Madrid se conjuró a la vuelta del confinamiento para remontar al Barcelona en las 11 jornadas que restaban y no paró de ganar hasta levantar el título. Lograron 10 victorias consecutivas hasta el alirón, más el empate ante el Leganés ya con el título en el bolsillo.
La temporada del doblete
En el año del doblete, en la 16-17, el triunfo del Barcelona en el Bernabéu en la jornada 33 obligó al Madrid a disputar súper presionado la recta final del campeonato. Empatados a puntos, los blancos tenían un partido más (el aplazado ante el Celta) y por lo tanto seis finales por delante. Las ganaron una detrás de otra y sumaron los 18 puntos posibles (Dépor, Valencia, Granada, Sevilla, Celta y Málaga) hasta salir campeones en la última jornada en La Rosaleda.
La primera gran racha
En la primera temporada de Zidane al frente del equipo, el Madrid hizo sufrir de lo lindo al Barça cuando parecía que el título estaba visto para sentencia. En la jornada 26 los blancos estaban a 12 puntos de los azulgrana y terminaron a un solo punto. El Madrid acabó el campeonato con 12 victorias seguidas con las que consiguieron meter el miedo en el cuerpo al Barça, llegando a competir el título hasta la última jornada.
Una racha más… con el goal average a favor
Los blancos necesitan ahora una racha de cuatro victorias seguidas, un 12 de 12 con el que ganarían su segunda Liga de manera consecutiva, algo que no se logra desde las temporadas 2006/2007 y 2007/2008, con Capello y Schuster en el banquillo. Sería LaLiga número 35 del Madrid, que tiene claro que el partido más duro es el primero, el que tienen que afrontar ante el Sevilla, equipo al que las matemáticas no han descartado aún. Luego llegarían Granada, Athletic y Villarreal.
Sin duda alguna, el calendario más duro es de los blancos, que cuentan con el goal average a favor en todlos casos. En caso de cualquier empate a puntos es campeón. Incluso si hubiera un empate a puntos entre los cuatro primeros, LaLiga sería para el Madrid, que esta temporada nunca ha fallado ante los grandes en LaLiga. Sólo el pasado miércoles, ante el Chelsea, se perdió ante un equipo grande, pero eso fue en Champions y ya es historia. La cabeza del Madrid ya está en LaLiga, sobre todo tras el subidón anímico que han pegado tras ver el empate a cero entre Atlético y Barcelona.
