El Barcelona lo tiene crudo para conquistar este título de Liga. Al resultado cosechado el sábado contra el Atlético de Madrid ayer se sumó el del Real Madrid. Ahora los azulgranas tienen por delante a dos equipos en la pelea por el título, cuando sólo quedan tres jornadas para acabar la competición. Sólo un milagro podría provocar que al final de a temporada los de Koeman acabaran como campeones de Liga… aunque cosas más raras se han visto.
Los catalanes necesitan de los pinchazos de sus dos rivales directos para poder hacerse con un liderato que ellos mismos han desdeñado en algunos momentos de la competición. Por ejemplo el día del partido contra el Granada, cuando pudieron pasar a depender de ellos mismos y no lo hicieron por caer derrotados a manos del equipo andaluz. Tampoco ayudó el empate sin goles del sábado en el Camp Nou contra el Atlético de Madrid. En definitiva, que los culés han dejado pasar de largo oportunidades para llegar a estas últimas tres jornadas en una posición de poder. Ahora les toca vivir la recta final del campeonato en manos de otros. Lo peor en estos casos, ya sea cuando se pelea por el título o cuando se trata de la lucha por la salvación.
A pesar de todo, el discurso desde el banquillo azulgrana es optimista. Mientras hay vida hay esperanza y tratarán de no bajar la cabeza mientras haya opciones matemáticas de hacerse con el título. Así lo reconocía ayer el propio Ronald Koeman. “El resultado contra el Atlético fue justo. Todo sigue siendo posible”, dijo el neerlandés en redes.