Está claro que el Barcelona no quería el liderato esta Liga. Ha tenido tres oportunidades para conseguirlo en las últimas jornadas y en la tres se quedó con las ganas. No pudo con Granada y Atlético en el Camp Nou y tampoco fue capaz de ganar al Levante pese a ponerse 0-2 al descanso. No dice adiós al título de forma definitiva, pero casi. Algo que dice mucho de cómo ha sido la temporada de los catalanes. De menos a más, pero sin dejar nunca de lado la irregularidad que les ha perseguido desde el verano tras el intento de fuga de Messi. Una situación que provocó que se destruyera el castillo de naipes en que se había transformado el club azulgrana durante el mandato de Bartomeu. Llegó Joan Laporta a la presidencia, aún sigue recogiendo naipes del suelo -y los que le quedan- porque aún tiene mucha tela que cortar en un equipo que lleva con mucho retraso una reconstrucción necesaria.
El Levante soñaba con haberse enfrentado al Barcelona en la final de Copa, ese era su sueño. No fue posible y desde entonces era un muerto andante en una Liga donde sólo había sumado 4 de los últimos 24 puntos en juego. Lograda la permanencia y perdida la opción de la final copera el cuadro granota dejó de ser el mismo aunque ayer sacó toda la casta que le quedaba y dejó al Barça casi sin opciones de ganar LaLiga. Su reacción es digna de elogio y, sin tener nada en juego, marcarle tres goles a un equipo que se juega el campeonato tiene un mérito increíble.
Viendo el inicio del partido parecía que éste no iba a tener mucho color. Error. Primer minuto de juego, robo de De Jong sobre Melero, cesión a Pedri y remate de este en buena posición que se fue fuera por poco. Minuto cuatro, de nuevo De Jong tras ganar un balón a Duarte cede a Pedri para que este remate desde cerca, pero Aitor evitó el 0-1. Estaba claro qué equipo se jugaba más en el partido. El Levante no pudo pasar de su propio campo durante el primer cuarto de hora y cuando empezaba a dejarse ver un poco llegó el 0-1. Centro de Jordi Alba, que prolonga Melero de cabeza al intentar despejar y el balón le llegó a Messi que, sin dejarlo caer, lo envía junto al poste de la meta de Aitor.
Messi, como casi siempre, apareció en el mejor momento para hacer líder provisional al Barça. Pese a que Bardhi tuvo una opción para hacer el empate poco después, los de Koeman marcaban diferencias antes del descanso. Internada de Dembélé por banda, se va de Duarte y cede atrás para que Pedri marcara en su tercera ocasión clara. El guión hasta el descanso se desarrollaba con la lógica esperada y un Barça que dominó con mucha superioridad al cuadro de Paco López.
En el inicio de la segunda mitad Koeman hizo un cambio obligado. Araujo volvió a sentir molestias en el tobillo durante el primer tiempo y por precaución sacó a Sergi Roberto, pero sin cambiar el sistema. El guión se mantenía. Dominio de los catalanes, que jugaron de rosa por coincidencia de colores, y un Levante que se dejaba ver de vez en cuando sobre la meta de Ter Stegen. Parecía estar más cerca el 0-3 pero lo que llegó fue el 1-2. Centro de Miramón y cabezazo de Melero adelantándose a Sergi Roberto que dejó claro que no es central. No acabó ahí la cosa y sólo dos minutos después el fútbol dejó claro que es algo inexplicable. Mal pase hacia atrás de Messi, el balón le llega a Roger que pasa a Morales y volea del Comandante para empatar un partido que tenían perdido.
Volvían fantasmas pasados al Barcelona, partidos que merecían ganar y se le iban, y que podía volver a suceder. Pero Dembélé lo evitó momentáneamente sólo cinco minutos después con un fuerte remate por alto que batió a Aitor. Gol protestado por los granotas pidiendo una falta previa de Griezmann sobre Miramón. Pero el partido ya no era el mismo. El Levante creyó y el Barcelona no veía tan fácil el partido. Todo ello propició que Mingueza entrara por Pedri y pasara Sergi Roberto al centro del campo buscando más seguridad atrás. No estaba el partido para tonterías y menos jugándote LaLiga.
Los de Koeman sufrieron un nuevo contratiempo, pero a futuro, porque De Jong vio una amarilla y no estará ante el Celta aunque casi les da igual ya que a falta de siete minutos empató de nuevo el Levante. Centro de Toño y remate al primer palo de Sergio León, que acababa de entrar, para arrebatar al Barça el liderato. La irregularidad deja a los de Koeman sin muchas opciones y parece que serán los dos equipos madrileños los que se jueguen el título.
