Esta semana las redes se llenaron de muestras de asombro por un avión que se avistó en la madrugada del pasado miércoles transitando por la céntrica 5ta avenida, del municipio Playa.
En aquel momento, la circulación de esa “nave fantasma” no tuvo ninguna explciaicón, y hubo algunos que hasta pensaron que podría tratarse de un montaje, pero no lo era.
Como es costumbre para los medios e instituciones cubanas, el “control de daños” salió 24 horas después, cuando la Aduana General de la República reconoció su responsabilidad y el motivo del traslado de la aeronave.
Resulta que esa noche, la Aduana y su escuela trasladaron el Antonov An-24, el avión en cuestión, con el apoyo de la empresa Yuri Gagarin y otros organismos como FAR, PNR, UNE y ETECSA, según publicó esa entidad cubana en sus redes sociales.
De acuerdo con la publicación, dicha nave fue “uno de los medios de transporte internacional utilizado por” Fidel Castro.
El destino del Antonov An-24 será como medio de enseñanza “facilitando una preparación más general acorde a las buenas prácticas internacionales y así lograr un oficial de Aduana más completo y profesional con sólidos conocimientos”.
