Borrell afirma que “los talibanes han ganado la guerra” y que la UE “tendrá que hablar con ellos”
La Unión Europea reconoce que los talibanes se han impuesto en la guerra de Afganistán, lo que obliga a entablar un diálogo con este movimiento radical para prevenir que estalle una crisis humanitaria y migratoria, según lo ha expresado este martes el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
“Los talibanes han ganado la guerra, por lo que debemos hablar con las nuevas autoridades en Kabul, sean quienes sean, para prevenir una crisis migratoria y humanitaria”, dijo Borrell tras una videoconferencia de emergencia de los ministros de Exteriores de la UE.
El político europeo acentuó que se trata de mantener “un diálogo” y “no del reconocimiento del poder de los talibanes”.
Borrell subrayó que la tarea prioritaria para Bruselas es la evacuación de su personal y de los ciudadanos afganos que trabajaron con los países miembros de la UE.
Borrell recalcó que las relaciones entre Bruselas y las nuevas autoridades de Afganistán estarán condicionadas por el carácter “pacífico e inclusivo” de la transición y por “el respeto a los derechos fundamentales de todos los afganos, incluidas las mujeres, los jóvenes y las personas pertenecientes a minorías“, así como por otras obligaciones como la lucha contra la corrupción y la garantía de que el territorio afgano no será usado por terroristas.
Por otra parte, la UE seguirá proporcionando ayuda al pueblo afgano, dijo el jefe de diplomacia de la UE, que instó ia los talibanes a acatar el derecho internacional humanitario.
El pasado domingo, los talibanes tomaron Kabul, la capital, y dieron por finalizada su ofensiva por todo Afganistán, al mismo tiempo que el presidente Ashraf Ghani abandonaba el país. Los avances de la insurgencia en las últimas semanas se aceleraron tras la retirada definitiva del contingente internacional liderado por EE.UU., iniciada el pasado mes de abril.
La llegada de los talibanes a Kabul hizo que centenares de personas se apresuraran a abandonar el país, temiendo por su vida bajo el mando de las nuevas autoridades, lo que derivó en atascos en carreteras y en estampidas en el aeropuerto de la ciudad.