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¿Voto de confianza o crisis total? Perú, ante un día decisivo para el nuevo gobierno de Castillo

La oposición tiene, en teoría, los votos para no otorgar el beneplácito al nuevo primer ministro, quien ya está siendo acusado en tiempo récord por presuntos malos manejos en la campaña presidencial.

El poder del Congreso peruano hará gala este jueves, 26 de agosto, cuando reciba al primer ministro, Guido Bellido, del novísimo gobierno del flamante presidente Pedro Castillo, para debatir si darle (o no) un ‘voto de confianza’ a su gabinete. Para ello, el gobierno necesita obtener el respaldo de una mayoría simple de los presentes en la sesión. Si asisten los 130 congresistas, se requerirán 66 adhesiones.

La oposición tiene, en teoría, los votos para no otorgar el beneplácito al nuevo primer ministro, quien ya está siendo acusado en tiempo récord por presuntos malos manejos en la campaña presidencial que apenas termina.

Sin embargo, dos de los partidos con más curules, Acción Popular (AP) y Alianza para el Progreso (APP), han anticipado que apoyaran al nuevo gabinete, una posición sensata para no comenzar a acelerar una crisis de gobierno que puede ser también la del país.

La desestabilización que quieren provocar a lo interno del gobierno, y que comenzó a fraguarse en torno a la renuncia la pasada semana del canciller Héctor Béjar, es difícil que no tenga un duro impacto en todas las esferas de la vida peruana. 

Ya el líder del partido de gobierno Perú Libre, Vladimir Cerrón, ha convocado una marcha para el jueves, denunciando un golpe de Estado al intentar impedir que se forme el nuevo gabinete.

El grado de agresividad que ha mostrado la oposición y los medios en tan pocos días de gobierno devela que hay un intento explícito en obstaculizar su inicio y asfixiarlo para obligarlo a negociar. El poder del fujimorismo y los conservadores buscan derrocarlo de una vez.

Por otro lado, se abre la posibilidad de que Castillo intente gobernar con sectores de la oposición moderada para evitar lo que ya es una crisis de inicio de gestión.

‘Terruqueo’ en vivo

Independientemente de lo que suceda el jueves, si el poder legislativo se sigue imponiendo como lo ha hecho históricamente, Pedro Castillo tendrá las manos atadas durante toda la legislatura.

En cualquier momento pueden hacerle un ‘impeachment’, como ya le sucedió a varios presidentes. Un argumento suficiente es declararlo ‘moralmente incapaz’.

Pero hay sectores que comprenden que Perú está montado en un polvorín. Si miran hace el norte, observan el estallido colombiano; si dirigen la vista al sur, ven al estallido chileno, y si observan Bolivia, aprecian a Jeanine Añez tras las rejas.

¿Qué podría pasar si destituyen a Castillo? ¿Significará otro presidente depuesto o la chispa que encienda la pradera?

Compleja situación peruana

La pandemia afectó mucho a la economía peruana. Y hay un acumulado de problemas de décadas de neoliberalismo duro que el crecimiento económico incluso aceleró.

Además, existe un choque simbólico entre el poder limeño y los sectores populares rurales.

Por otro lado, también se presenta el momento en el que el ‘terruqueo’ o intento de criminalizar al oponente político, que se desarrolló durante el fujimorismo, ya no es fácilmente comprable. Aunque el propio Béjar salió con estos métodos, ha perdido efectividad política. En todo caso, Castillo no se ubica en una posición fácilmente ‘terruqueable’.

Si Castillo tiene sus dolientes y apuesta por la movilización, es algo que puede mostrar mejor al inicio de su gestión que ya pasada la ‘luna de miel’ y en una situación de desgaste. Cerrón, por su parte, ha politizado la coyuntura y ha calificado al nuevo gabinete como de “todas las sangres” para dar un enfoque cultural, étnico y de clase, preparando un probable escenario de agudización del conflicto. Ahora deberá mostrar músculo en las calles para tener mayor margen de presión.

Así, si tratan de deponer a Castillo antes del declive ‘natural’ de su gestión, la desestabilización puede disiparse rápidamente hacia el resto del tejido social, donde muchas organizaciones populares, además del fujimorismo, sirvieron de base para su candidatura.

Entonces podría ocurrir algo que desde hace mucho no se ve en Perú, una situación de conflicto de calle que de prolongarse puede terminar ‘chilenizando’ al país, en relación a los sucesos del ‘estallido’ que han sacudido la esfera política chilena.

Este jueves conoceremos el nuevo escenario político que se abrirá en Perú los próximos meses.

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