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Policía rocía con gas pimienta a un adolescente discapacitado

Un niño de West Bay que sufre de síndrome de Down y otros miembros de su familia fueron rociados con gas pimienta por agentes de policía el martes por la tarde alrededor de las 4:15, después de que la situación en la estación del distrito parecía descontrolarse. La RCIPS dijo que el niño, que tiene 16 años, fue llevado a la estación por su madre, quien afirmó que se estaba comportando de manera agresiva y amenazó con incendiar su automóvil, y esperaba que los oficiales pudieran ayudar calmándolo.

Pero en cambio, los intentos de los agentes de abordar la situación parecen haber empeorado las cosas y, según los informes, el adolescente tomó un machete del coche de su madre mientras amenazaba a los agentes.

Su hermano mayor llegó entonces a la estación y pudo calmarlo y quitarle el machete sin lastimarse. Pero la decisión de arrestar al niño discapacitado volvió a intensificar la situación y la policía dijo que ambos hermanos se convirtieron en una amenaza. En ese momento, un oficial aplicó el gas pimienta. En el caos que siguió, la madre de los niños quedó atrapada en el medio.

Un portavoz de la RCIPS dijo que era una situación de “rápido movimiento” y que “el posible comportamiento violento del adolescente tenía que ser tratado”. Como resultado, los oficiales involucrados no consideraron pedirle a los socios de atención médica que intervinieran para ayudar en lo que ella describió como una situación potencialmente peligrosa.

“En este punto, parece que los agentes involucrados respondieron de manera proporcional a la situación al considerar la seguridad inmediata de todas las personas involucradas”, agregó.

Según un comunicado de prensa de la policía que detalla la cadena de eventos, la policía había pedido apoyo a otros agentes de policía, pero no se hizo ninguna llamada a ningún especialista en salud mental.

En el comunicado, la RCIPS dijo que desde el principio, cuando intentaron negociar con el adolescente para calmarlo, fue agresivo y abusivo verbalmente con los oficiales, amenazándolos.

Durante el intercambio, dijeron los oficiales, él se había alejado de ellos y se dirigió al vehículo de su madre a buscar el machete. Otro civil que estaba presente en la estación en ese momento fue conducido adentro por su seguridad, mientras los oficiales pidieron ayuda. Fue entonces cuando el hermano del adolescente discapacitado llegó a la estación y desarmó al adolescente sin lesiones.

Pero según la policía, cuando los oficiales le dijeron a la familia que el adolescente estaba siendo arrestado por varios delitos que había cometido mientras estaba en la estación, su hermano también se volvió agresivo con ellos.

“Ambos se acercaron agresivamente a uno de los oficiales de policía que asistieron con el incidente y el oficial desplegó su spray de pimienta en respuesta”, dijo la policía, y agregó que debido a que su madre intervino, también fue atrapada por el spray de pimienta.

Luego, la policía persistió con el arresto en ausencia de cualquier apoyo de salud mental y arrestó a la familia por varios delitos, entre ellos causar miedo o provocación de violencia, amenazas de muerte, posesión de un arma ofensiva y conducta desordenada en una comisaría.

No fue hasta que la familia llegó al Centro de Detención de las Islas Caimán que se limpiaron del aerosol y se registraron bajo custodia. A los tres se les concedió la libertad bajo fianza esa misma noche en espera de nuevas investigaciones.

Según los familiares que hablaron con Cayman Marl Road, ninguno de los hermanos sostenía el machete cuando los oficiales optaron por aplicar gas pimienta contra el niño discapacitado, quien tiene varios problemas médicos además de su enfermedad mental. El machete había sido colocado dentro de la comisaría y otros relatos de testigos sostienen que no hubo una amenaza inmediata para los agentes.

Los familiares han dicho que creen que se trata de un caso de “uso excesivo e inadecuado de la fuerza” contra una persona vulnerable.

Aún no está claro si se ha presentado una denuncia formal y la policía aún no ha remitido el caso a la Oficina del Defensor del Pueblo.

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