Más de 500 cabilderos de combustibles fósiles y personas que apoyan a los gigantes del petróleo y el gas han tenido acceso a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), según una investigación realizada por un colectivo de grupos activistas. Con base en la lista de declaraciones hechas por personas que asistieron a la conferencia en Glasgow, los ambientalistas encontraron que las personas directamente afiliadas a corporaciones de combustibles fósiles, como Shell, Gazprom y BP, o delegaciones que actúan en nombre de la industria de combustibles fósiles, eran colectivamente el grupo común más grande en el evento de la ONU.
Más de 100 compañías de combustibles fósiles están representadas y los grupos de presión eclipsan el número de miembros indígenas oficiales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en alrededor de dos a uno.
Los datos analizados por Corporate Accountability, Corporate Europe Observatory (CEO), Glasgow Calls Out Polluters y Global Witness mostraron la escala del acceso que los actores corporativos con intereses en la quema continua de combustibles fósiles han disfrutado en las conversaciones críticas.
El lobby de los combustibles fósiles es más grande que el total combinado de las ocho delegaciones de los países más afectados por el cambio climático en las últimas dos décadas: Puerto Rico, Myanmar, Haití, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladesh y Pakistán.
Muchos grupos de todo el mundo que soportan la peor parte de los impactos climáticos han criticado el acceso desigual a la COP26, citando barreras a la participación, el apartheid de vacunas, costosas restricciones de viaje y la falta de garantías de salvaguardia.
Murray Worthy, líder de la campaña de gas de Global Witness, dijo que se estaba acabando el tiempo para evitar un desastre climático.
“El caso de una acción global significativa no debe ser desviado por un festival de contaminadores y sus portavoces, que no tienen interés en ver los cambios que necesitamos para proteger a las personas y al planeta”, dijo. “La presencia de cientos de personas a las que se les paga para impulsar los intereses tóxicos de las empresas contaminantes de combustibles fósiles solo aumentará el escepticismo de los activistas climáticos que ven estas conversaciones como una prueba más de la vacilación y el retraso de los líderes mundiales”.
La presencia de cabilderos en la COP26 no termina con la industria de los combustibles fósiles. Otras industrias contaminantes profundamente implicadas en la crisis climática, como las finanzas, la agroindustria y el transporte, también están presentes, aunque no fueron incluidas en el análisis.
