El mandatario murió tras un ataque de un grupo de personas que ingresó a su residencia por la madrugada.
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado esta madrugada en su residencia por un grupo de personas que entró al lugar y comenzó a disparar. En el ataque también fue herida su esposa Martine Marie Etienne Joseph, quien permanece hospitalizada.
De acuerdo con lo informado por el primer ministro interino saliente, Claude Joseph, en un comunicado, “un grupo de individuos no identificados”, entre ellos “varios que hablaban en inglés y en español”, fueron los responsables de su muerte.
Horas después del magnicidio, el funcionario anunció la entrada en vigencia de un estado de sitio en el país, tras un Consejo de Ministros extraordinario para actualizar las medidas en un momento que él mismo reconoció como “difícil” y en el que confía en poder garantizar la “continuidad” del Estado.
El estado de sitio, que la legislación haitiana plantea en principio para un periodo inicial de 15 días, sitúa a las Fuerzas Armadas como máximas garantes de la seguridad e implica la instauración de tribunales militares. En este sentido, Joseph instó a todas las partes a unirse a esta misma “batalla” para que “gane” la democracia, en un aparente intento por evitar el vacío de poder que podría generarse tras la ausencia de un jefe de Estado y la falta de renovación del Parlamento.
Además, el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe fue cerrado esta mañana después del asesinato y los vuelos, cancelados o desviados a estaciones aéreas en terceros países. Por su parte, la República Dominicana ordenó el “cierre inmediato” de frontera con Haití.