El monstruoso incendio Dixie, en el norte de California, se convirtió en el segundo mayor incendio forestal de la historia del estado, según informaron ayer autoridades de EE UU, mientras tres personas fueron reportadas desaparecidas y miles huían del avance del fuego. En tanto, en Grecia aún había decenas de incendios activos, tras casi una semana de la que ya es la mayor catástrofe ambiental del país europeo.
Ayer, el fuego destruyó en California 187.562 hectáreas, un aumento con respecto al sábado, en el que fueron arrasadas 181.187 hectáreas. Ahora cubre una superficie mayor que la de Los Ángeles.
El Dixie es el mayor incendio forestal activo en EE UU, pero además uno de los 11 grandes incendios forestales de California.
Durante el fin de semana superó al del Mendocino Complex, de 2018, para convertirse en el segundo peor de la historia del estado, según las autoridades.
El sábado, el gobernador Gavin Newsom visitó el histórico pueblo de Greenville, que quedó calcinado, agradeció a los equipos de bomberos y prometió más recursos a la gestión de los bosques y a la prevención de incendios, aunque dijo que “debemos reconocer directamente que estos son incendios forestales inducidos por el clima”.
El cambio climático amplifica las sequías que resecan las regiones, creando las condiciones ideales para que los incendios forestales se extiendan sin control e inflijan daños materiales y medioambientales sin precedentes.
Mientras, en la isla griega de Eubea –la segunda más grande del país heleno- miles de habitantes desesperados observaban ayer cómo el fuego devoraba sus aldeas, sus tierras y sus vidas, en el día 12 de incendios que, en medio de un calor agobiante, han asolado bosques de Grecia y Turquía.
