Diciembre de 2022. Lo que se presagiaba un mes de ensueño acabó en pesadilla. Todo lo que Cristiano Ronaldo había planeado en su cabeza acabó hecho trizas. El Mundial de Qatar fue, probablemente, el peor momento de su carrera.
Por motivos muy distintos: por su relación con la selección, porque fue la primera vez que los aficionados portugueses lo criticaron abiertamente y porque buscaba salir del Manchester United rumbo a un club ‘top’ de Europa… y no lo consiguió.
Cristiano, por primera vez, cedió a la presión psicológica. Dudó de muchas cosas, entre otras, si seguir o no en la ‘Seleçao’, pero el portugués consiguió salir más fuerte de uno de los peores momentos de su vida deportiva.
El Cristiano más ‘humano’
El ex de Sporting, Manchester United, Real Madrid y Juventus se refugió en la familia y se ‘humanizó’. Después del Mundial reconoció que muchas veces, cuando estás en la cima, desconoces la realidad. Ahora se le ve más feliz y disfruta de la vida sin presiones ni sufrimientos.
Su fichaje por Al-Nassr le brindó lo que necesitaba: jugar por placer y poder volver a ser feliz en una fase de su carrera en que sus características, dentro del campo, ya no son las mismas de hace 10 años. Hay cosas que no cambian: sigue trabajando al máximo, el físico aún le responde y el gol no lo ha perdido.
“Es otra persona”
Cristiano Ronaldo era de los que rara vez iba a una rueda de prensa. Evitaba mucho el contacto con los medios. Todo eso ha cambiado: ahora sale a hablar en cada concentración de Portugal, está disponible en las zonas mixtas y se muestra afable con la prensa.
Su entorno más cercano dice que es otra persona. Se muestra muy cercano a todo el mundo y, dentro del campo, se ha convertido en un modelo a imitar. CR7 ha comprendido que el juego no siempre tiene que pasar por él. Está para ayudar y hacer lo que mejor se le da: marcar goles.
Cristiano ha marcado en casi en cuatro de los cinco partidos que se han disputado. El ex del Real Madrid está experimentando nuevas sensaciones en países que nunca había visitado, como Irán, donde tuvo un recibimiento de Jefe de Estado para un partido de Champions de Asia
Miles de aficionados siguieron sus pasos desde el aeropuerto al hotel pasando por el autocar. De hecho, tuvo que salir por la noche a la ventana pidiendo que pararan la fiesta porque necesitaba descansar. Mostró, también, su rostro más humano y cariñoso: recibió en privado a un niño y a una artista con discapacidad.
Jugar por placer
Ahora CR7 sigue disfrutando sin tanta presión y más cerca de la gente. Es la mejor posible a todo lo que ha logrado en 20 años de carrera. Se siente bien y quiere seguir adelante sin pensar en un futuro lejano. Su principal objetivo es llegar al 100% a la Eurocopa 2024, pero, los que le hemos seguido de cerca, sabemos que, de reojo, mira al Mundial de EE.UU., Canadá y México en 2026.