Entre las muchas circunstancias que la pandemia de coronavirus ha venido a cambiar en la vida cotidiana, la forma en que nos relacionamos con otras personas es quizá una de las más dramáticas, especialmente en la intimidad.
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard publicaron algunas recomendaciones para tener sexo en esta nueva realidad y entre ellas figura el uso de mascarillas entre las sábanas.
Su artículo, publicado en el Annals of Internal Medicine, señala que “el contacto sexual conlleva cierto riesgo de exposición a la infección” por síndrome respiratorio agudo severo durante la pandemia COVID-19, pues el virus “se transmite fácilmente por aerosoles y fómites (objetos contaminados)”.
Los expertos detallan cuáles son las actividades sexuales con bajo y alto riesgo, e incluyen algunas recomendaciones para evitar contagios. La abstinencia sexual es, obviamente, una actividad de bajo riesgo, pero no es viable para todas las personas. La masturbación es otra práctica segura, siempre y cuando se respeten medidas básicas de higiene, como lavarse las manos antes y después, o limpiar cuidadosamente los juguetes sexuales que, además, no deben compartirse.
El sexo a través de internet o el teléfono es otra práctica de bajo riesgo, pero es indispensable cuidar la privacidad para evitar cualquier tipo de extorsión o filtración de imágenes íntimas. Asimismo es necesario cuidar la privacidad de los menores en casa.
Tener sexo con las personas con quien se ha guardado la cuarentena representa ya cierto riesgo de contagio, pues si alguno sale a la calle puede estar expuesto al virus y contagiar a su pareja. Lo mismo ocurre si alguno es asintomático.
Pero en cuanto al sexo con personas con quien no se ha guardado la cuarentena, los expertos advierten que es necesario tomar medidas que reduzcan el riesgo de infección, como no besarse, usar mascarillas, bañarse antes y después del coito, evitar prácticas que impliquen el contacto oral con materia fecal, orina o semen y limpiar las superficies utilizadas con jabón o alcohol. Además, obviamente es necesario minimizar el número de parejas sexuales y evitar la intimidad con personas que presenten síntomas de COVID-19.
Los investigadores de Harvard añaden que “dado el importante papel de la sexualidad en la vida de la mayoría de las personas, los proveedores de atención médica deberían considerar aconsejar a los pacientes sobre este tema siempre que sea posible” y hacen hincapié en que es necesario reunir más información sobre la salud sexual durante la pandemia.
“Necesitamos recopilar más datos sobre los riesgos relacionados con la transmisión del SARS-CoV-2 a través del contacto íntimo, las mejores prácticas en asesoramiento sexual y los enfoques óptimos para la reducción del riesgo”, finalizan. (eldiariony)