Milwaukee Bucks salió vivo del cuarto partido de las Finales al imponerse 109-103 a los Suns para dejar la serie 2-2 en el camino de vuelta a Phoenix. Khris Middleton fue el jugador que marcó la diferencia en la recta final del partido para impulsar el triunfo local.
Middleton sumó 40 puntos, y esos 40 puntos valieron más que los 42 de Devin Booker, un auténtico duelo ofensivo que nos dejó la cuarta pareja de rivales que anotan 40 o más puntos en un partido de las Finales. Les precedieron los dúos Jerry West–John Havlicek (1969), Michael Jordan–Charles Barkley (1993) y Allen Iverson–Shaquille O’Neal (2001).
Más allá de ese fantástico duelo de titanes, el cuarto cara a cara entre Bucks y Suns se caracterizó por la igualdad. Ninguno de los dos equipos llegó a tener ni siquiera 10 puntos de ventaja en todo el partido. Milwaukee dispuso de una máxima ventaja de 8 puntos (109-101 a 7 segundos del final) y Phoenix llegó a estar 9 arriba (76-85 al iniciarse el último cuarto).
Fue un encuentro equilibrado que quedó marcado por la mala noche de Chris Paul, los problemas de faltas de Devin Booker, que debió irse del partido a 3 minutos del final tras cometer una sexta falta que los árbitros pasaron por alto, y por la fantástica capacidad de definición de Khris Middleton, que metió 10 puntos en los últimos 2 minutos y 7 segundos de juego, 10 puntos anotados de forma consecutiva que dieron prácticamente el partido a los suyos en un final en el que Giannis Antetokounmpo, que volvió a brillar, puso un memorable taponazo a DeAndre Ayton en un momento importantísimo del choque.
Middleton y Anteto formaron la pareja crucial del encuentro. El primero sumó 40 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, asumió 33 tiros de campo y anotó esos 10 puntos finales que desequilibraron la balanza. El segundo no estuvo tan súper como en los dos partidos anteriores, pero brilló otra vez con luz propia al sumar 26 puntos, 14 rebotes, 8 asistencias, 3 robos y 11 de 19 en el tiro de campo.
Los Bucks vencieron pese a apenas raspar el 40% en el lanzamiento de campo y a pesar de mostrarse erráticos desde el triple. Su acierto desde los libres (24 de 29), su dominio una vez más del rebote (17 ofensivos) y, sobre todo, su mejor relación robos-pérdidas desequilibró el encuentro. Milwaukee robó 11 balones y solo perdió 5, por las 3 recuperaciones y 17 pérdidas de Phoenix, equipo al que mató este capítulo del juego.
El local Brook Lopez metió 14 puntos en 19 minutos, mostrándose incapaz desde el triple (su presencia en pista sigue decreciendo), Pat Connaugton volvió a ser el mejor suplente y los Bucks, con rotación corta de 8 jugadores al igual que los Suns, sobrevivieron a otro mal partido de Jrue Holiday (4 de 20 en el tiro), el bajón productivo de Bobby Portis y los problemas de faltas de P.J. Tucker.
Phoenix estuvo por encima del 50% en el tiro, pero de poco le valió, como no le sirvieron los 42 puntos de Booker (38 en los tres primeros cuartos), un Booker que se concentró en la anotación y se mostró excepcional a la hora de dañar a la defensa rival. Acabó con 17 de 28 en el tiro de campo. Se convierte en el jugador que más puntos ha metido en sus primeros playoffs en toda la historia de la NBA.
El problema de Suns es que a Booker estuvo muy solo, apenas le acompañó en ataque un muy completo Jae Crowder, autor de 15 puntos, 8 rebotes, 3 robos y 3 tapones, y por momentos, solo por momentos, ese fino y elegante jugador que es Cam Johnson.
Mal partido de Chris Paul. Desconocido el base visitante, que terminó con 10 puntos, 7 asistencias y 5 pérdidas, una crucial en los últimos segundos del partido. Se fue del choque con 5 de 13 en el tiro. Una sombra de su mejor versión.
Mientras, Deandre Ayton capturó 17 rebotes, dio 5 asistencias, puso 3 tapones… pero Milwaukee le paró los pies en la ofensiva: solo 6 puntos con 3 de 9 en el tiro. Importante poder frenar al bahameño.
Milwaukee no supo llevar las riendas del partido, pero supo agarrarse muy bien al mismo, con triples en momentos que tuvieron su importancia, como el anotado por Middleton cuando en el tercer cuarto se había puesto Phoenix con 73-80 a su favor o como el enchufado por Connaughton cuando el marcador era 76-85 nada más comenzar el último cuarto.
Todo en un partido en el que el arbitraje volvió a quedar en entredicho. Por poner tres ejemplos: no señalar una falta de campo abierto de Booker a Anteto tras revisarla, no pitarle la sexta a Booker en una acción con Holiday o permitir que en los últimos segundos del partido Anteto sacara de fondo con un pie pisando la pista. Un suma y sigue en lo que ha sido una temporada poco propicia para los colegiados.
Las Finales están ahora más que vivas que nunca: 4 partidos, 4 victorias locales, 2-2 en el marcador y el sábado el quinto juego.