Locura colectiva dentro y fuera del Fiserv Forum. Milwaukee Bucks se ha proclamado campeón de la NBA tras ganar 105-98 a los Suns en el sexto partido para imponerse 2-4 tras ganar 4 partidos consecutivos con un Giannis Antetokounmpo imparable.
Partido histórico de Anteto, que ha sido nombrado MVP tras una alucinante exhibición en el encuentro decisivo. El griego ha sumado 50 puntos, 14 rebotes, 5 tapones, 16 de 25 en el tiro de campo y nada menos que un inesperado 17 de 19 desde los tiros libres.
Los 50 puntos de Antetokounmpo igualan un récord logrado hace 63 años, cuando en 1958 Bob Petit anotó 50 en el partido decisivo de las Finales. Nadie había hecho nada igual en un partido decisivo de Finales desde entonces.
Los Bucks logran su segundo título como franquicia tras una larguísima espera de 50 años. El primero llegó en 1971 de la mano del dúo Lew Alcindor (Kareem Abdul-Jabbar meses después)-Oscar Robertson.
El 50 como número mágico: Giannis anotando 50 puntos para acabar con una sequía de 50 años. La numerología haciendo caja.
Han acompañado la brutal actuación de Anteto jugadores como Khris Middleton (17 puntos, 5 asistencias y 4 robos), Bobby Portis (16 puntos en 23 minutos) y Jrue Holiday (4 de 19 en el tiro, pero 12 puntos, 9 rebotes, 11 asistencias, 4 robos y un excepcional trabajo defensivo).
Chris Paul ha liderado a los Suns con 26 puntos y 5 asistencias. Junto a él, Devin Booker (17 puntos, 5 asistencias y 0 de 7 desde el triple), bien controlado en todo momento, y Jae Crowder (15 tantos, 13 rebotes y 4 robos), que pierde sus segundas Finales consecutivas. No fue el día de Deandre Ayton, que se mostró gris durante toda la noche y estuvo acosado por problemas de faltas.
Milwaukee se convierte en el quinto equipo que remonta un 2-0 en las Finales y el tercero que gana 2-4 tras sumar 4 victorias consecutivas (le precedieron Blazers ante Sixers en 1977 y Heat ante Mavs en 2006).
En un partido con muchos altibajos y alternativas, los Bucks volvieron a dominar el rebote de forma contundente y volvieron a defender a muy buen nivel, lo que les permitió ganar a pesar de perder 18 balones. Ambos equipos lanzaron mal desde el triple y la defensa local dejó sin recorrido la habitualmente brillante circulación de balón de los Suns, que perdieron tantos balones, 14, como asistencias dieron, 14.
Los locales jugaron prácticamente con una rotación de 7 jugadores, con Portis como único suplente anotador, y los visitantes tampoco fueron mucho más allá, con Kaminsky jugando 11 minutos, y no lo hizo mal, y Craig estando en pista solo uno.
El partido comenzó con muchos nervios por parte de los dos equipos, pero fue Milwaukee la primera escuadra que se asentó en la pista para dominar el primer cuarto 29-16 con el Fiserv Forum estallando por dentro y por fuera. Phoenix acabó ese primer cuarto con 7 de 24 en el tiro de campo y 5 pérdidas.
El segundo cuarto se movió en sentido opuesto. Cameron Payne situó en la partida a los Suns, Chris Paul despertó y los visitantes consiguieron un parcial de 5-23 para ponerse 34-39, adquiriendo poco después 7 puntos de ventaja y llegando al descanso con un 42-47 a su favor a pesar de que Booker solo llevaba 4 puntos.
Tremendo varapalo para Milwaukee en el segundo cuarto, que terminó con marcador de 13-31 tras situarse los locales en paupérrimos números en la ofensiva: 4 de 20 en campo, 0 de 8 en triples y 4 pérdidas. ¡Antetokounmpo metió 7 puntos en el cuarto y el resto del equipo solo hizo 6!
Fue el griego el que mantuvo a los Bucks en los peores momentos del partido, cuando Middleton y Holiday no aportaban en ataque, fue Anteto el que levantó el partido para Milwaukee con una actuación colosal: ¡33 puntos tras el descanso con 20 en el tercer cuarto!
El tercer acto acabó 77-77, con Booker recuperando el pulso del partido, y el último supuso un ejercicio de madurez por parte de Milwaukee, que adquirió una ventaja de 8 puntos en la recta final que ya no dejó escapar, con Anteto manteniéndose como jugador decisivo y con Middleton sacando la cabeza como siempre en los momentos de la verdad.
El final fue una gran fiesta, con Giannis reivindicando su condición de superestrella de la liga, con Budenholzer sacando a relucir todas sus emociones semanas después de estar al borde de perder su empleo, con Lasry hablando delante de Adam Silver tras hacerse con un título que le ha costado medio siglo de espera a la franquicia. Lo del exterior del pabellón era la sublimación del ‘final’ de la pandemia. La Belle Epoque ha llegado a Milwaukee. Abran el grifo, la fiesta no ha hecho nada más que empezar en el estado de Wisconsin.