El Barcelona emitió la tarde de este jueves un comunicado en el que daba cuenta de la imposibilidad de firmar el nuevo contrato de Leo Messi y, de forma evidente, dio por hecha la marcha del futbolista argentino.
Se cerraba de esta manera su era en el Camp Nou. ¿Se cierra? Después de una tarde enloquecedora, a primera hora de la noche el club convocó una rueda de prensa del presidente Joan Laporta para el viernes por la mañana… Y en ese momento las especulaciones volaban en todas direcciones.
Una fuente oficial del club azulgrana trasladó un mensaje inequívoco: “Se ha acabado”, reveló, secamente, y remitiendo a la rueda de prensa en la que Joan Laporta ofrecerá explicaciones concretas para argumentar lo sucedido y la manera en que todo se desarrolló, más teniendo en cuenta que durante los últimos meses desde el club se trasladó un mensaje de optimismo que, de golpe, se convirtió en nada.
Leo Messi no seguirá en el Barcelona… O al menos eso es lo que anunció el club a través de ese breve, frío e impersonal comunicado de tres párrafos en el que daba a entender la imposibilidad de firmar un nuevo contrato por la “normativa de la Liga española” que provoca “obstáculos económicos y estructurales” insalvables en la actual situación.
Pero como alrededor del astro argentino nada puede darse por sentenciado, de pronto apareció en el escenario la especulación, apoyada en el silencio sepulcral desde el lado del futbolista, que la novela no estuviera concluida y que el anuncio del club azulgrana no fuera más que una medida de presión a LaLiga y Javier Tebas, consciente la patronal de la enorme pérdida que supondría, o supone, la marcha de Leo del fútbol español.
Si hace menos de un año, a finales de agosto de 2020, fue el jugador el que, en primera persona, quiso romper su relación con el Barcelona por medio de un burofax en el que pedía su salida inmediata por sus desavenencias con Josep Maria Bartomeu, el regreso de Joan Laporta, con quien mantuvo siempre una muy cálida relación, a la presidencia abrió una puerta a la esperanza.