Houston no ha muerto. Los Astros vinieron de atrás en la quinta entrada para aplastar a los Braves en Atlanta y evitar su coronación en una victoria para el mexicano José Urquidy. La novena se impuso por 9-5 y tras este resultado, la Serie Mundial volverá al Minute Maid Park.
En una noche que parecía inmejorable, los Bravos arrancaron con una enorme alegría. La apertura de Framber Valdez se vio empañada por un sublime grand slam que le propinó Duvall al jardín derecho.
La respuesta no tardó en llegar del lado de Houston. En la hora cero y con un Davidson que no anduvo fino, sobre el segundo rollo, la novena se acercó a una diferencia de dos carreras.
La alegría empezó a esfumarse en el parque. El relevo de Chavez no logró ser efectivo y con la ofensiva encendida, llegaron las carreras para hacer un juego nuevo apenas en el tercer capítulo.
Para la fortuna de Atlanta, los brazos de los Astros aún no estaban finos. Freeman devolvió ventaja con un homerun en solitario sobre Valdez. Apenas el daño fue mínimo y la esperanza se mantenía con un largo camino por recorrer.
Después de las labores de García, llegó el turno para que Urquidy trabajara toda la cuarta entrada. El mexicano apenas vivió un sobresalto, pero con un gran manejo de la serpentina paró en seco a Atlanta; suficientes méritos para aspirar al triunfo.
El gran momento de los Astros se trasladó hasta la quinta entrada. Houston logró eclipsar el relevo de Minter para capitalizar con la casa llena. Una base por bolas a Maldonado echó a perder la estrategia de Atlanta y cayó la ‘carrera de caballito’. Luego un sencillo de González catapultó la remontada en un rally de tres carreras.
Con los ánimos por los suelos y sin fiesta, el bullpen de Dusty Baker colgó argollas. Maldonado en plan grande se volvió una pesadilla y un par de carreras más dieron la victoria a Astros. El siguiente juego será el martes en Houston.
