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Phoenix gana 80-84 en el Staples y ya está a un paso de las Finales

Ayton, Paul y Booker lideran el triunfo en un partido plagado de errores para ponerse 3-1. Clippers desaprovecha muchas oportunidades de empatar o ganar y pierde en un final caótico

Paso de gigante de Phoenix Suns para jugar sus primeras Finales desde 1993. Victoria agónica por 80-84 en el Staples Center. Los Suns avanzan hasta el 3-1 ante unos Clippers de nuevo sin Kawhi Leonard. Una línea de difícil retorno para el equipo angelino.

Deandre Ayton fue el mejor jugador del partido. Dominó los tableros. Terminó con 19 puntos, 22 rebotes y 4 tapones. Otra muestra de poderío del joven pívot. Enorme Ayton. Devin Booker sumó 25 puntos con 8 de 22 en el tiro de campo. Tuvo un par de piques con Paul George saldados con una técnica para cada jugador. Jugándose el tercer cuarto se quitó la máscara. Estaba harto. Desde ese momento se le vio más agresivo en ataque. Y Chris Paul se volvió a mostrar errático (6 de 22 en el tiro). Logró 18 puntos y 7 asistencias. Resultó decisivo al meter 5 libres en los últimos 7 segundos del partido. Es un seguro de vida.

Además, 13 rebotes y gran trabajo defensivo de Mikal Bridges. Y regreso al juego del egipcio Abdel Nader. Llevaba 3 meses sin jugar por una lesión en la rodilla derecha.

En Clippers, 23 puntos, 16 rebotes y 6 asistencias de Paul George. Dicho así suena muy bien. Pero suena peor si se aclara que hizo un 5 de 20 en el tiro de campo. Desde el triple, 1 de 9. Reggie Jackson sumó 20 puntos con 8 de 24. Su mejor momento fue el tercer cuarto coincidiendo con los mejores Clippers. Ivica Zubac añadió 13 puntos y 14 rebotes. Estuvo 40 minutos en pista. Terance Mann hizo 12 puntos. Y Patrick Beverley volvió a mostrarse intenso hasta la médula. No sabe jugar de otro modo. De Rajon Rondo, ni rastro.

Phoenix fue capaz de ganar el partido pese a meter solo 34 puntos en la segunda parte. Eso dice mucho de cómo fue el encuentro. Hubo momentos en los que el aro parecía tener el diámetro de un vaso pequeño.

El cuarto partido de la serie fue intenso. De eso no hay duda. Como no hay duda de que resultó errático, demasiado errático. Por momentos, duro para los ojos. El último cuarto fue una batalla física de primer orden. Pero sobre todo fue un campo de minas para cualquier goce ofensivo. Horrible es poco. Un cuarto final de lo peor que se recuerda. Y una resolución del partido caótica. Digna del desarrollo del último cuarto.

¡Clippers tuvo hasta 13 oportunidades de empatar o adelantarse en el marcador en el cuarto final!… ¡Y no aprovechó una sola! En un momento dado los dos equipos encadenaron 16 tiros de campo errados de forma consecutiva.

El parcial del último cuarto: 14-15. Con los locales en 3 de 19 en el tiro de campo. Con los visitantes en 4 de 19. En 12 minutos, 7 de 38 en el lanzamiento a canasta. ¡Y en 12 minutos 0 triples anotados! La guerra a martillazos. No busquen armas sofisticadas. Se defendió mucho, sí. Se jugó físico e intenso. Hubo piques y emoción, también. Pero el déficit de baloncesto ofensivo fue de tan grueso calado que lo deslució todo.

Baste comprobar los números finales. El equipo ganador hizo un 36% en el tiro de campo y metió 4 triples en todo el partido; el perdedor hizo un 32,5% y enchufó 5 triples. Se concedieron muchos rebotes en la canasta propia. Hubo encontronazos. Hubo técnicas. Se exigió mucho en lo físico. Pero el partido fue languideciendo en ataque hasta ese umbral en el que…

Clippers solo atacó bien en el tercer cuarto. Fue su mejor momento. Justo cuando prescindió prácticamente del triple. Ahí le fue mejor. Había llegado al descanso con 36 puntos (36-50). Tras meter 9 puntos en los primeros 9 minutos del segundo cuarto. Pero el 30-19 del tercer acto redimió al equipo. Los de Lue terminaron el tercer acto perdiendo 66-69. Había partido.

Luego, ocasiones y ocasiones perdidas para darle la vuelta al luminoso. El partido se enfangó hasta límites insospechados. Anotar una canasta era una odisea. Con 1:05 por jugar y 74-79 en el marcador llegó una jugada que pudo ser clave. Eran 2 libres para Devin Booker. Podía ponerse Suns 7 arriba. Pero la revisión reveló una falta ofensiva de Booker. Su sexta personal. Cayó eliminado. Y segundos después Clippers estaba a 3 puntos.

El final tuvo tintes surrealistas. Chris Paul erró 2 tiros en juego importantes. Pero luego metió 5 libres cruciales en los últimos 7 segundos para dar la victoria a los suyos. Eso sí, falló uno. Hasta ese momento llevaba 36 tiros libres consecutivos anotados. A él no le falló el pulso.

En ese final, mucha chicha. Hasta 3 veces buscaron el fallo intencionado desde los libres los Clippers en esos últimos segundos. Las dos veces que lo intentó Paul George hubo rebote. En la ocasión que lo buscó DeMarcus Cousins… El pívot ingresó unos segundos en juego al final para buscar un rebote. No había jugado en todo el partido. Los árbitros pitaron una falta dudosa a su favor. El primer libre lo anotó. Y el segundo lo tiró contra el tablero por encima del cuadro sin tocar aro. Cómico y trágico a partes iguales. Segundos después Chris Paul se hizo con una bola esencial y perdió una zapatilla. El descontrol total. Todo un poco grotesco. Pero Paul fue en definitiva el jugador capaz de cerrar el partido.

Los Suns ganan un encuentro crucial. Con 3-1 jugarán en casa para buscar las Finales. No parece que Kawhi vaya a estar en ese partido. Chris Paul puede llegar  a las Finales por primera vez en su larga carrera. Estos Suns están haciendo unos playoffs de nivel bajo la batuta de Monty Williams.

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