Middleton y Antetokounmpo suman 71 puntos en el triunfo de los Bucks por 102-113. Los Hawks se hunden en la recta final del partido a raíz de la torcedura de tobillo de Young.
Khris Middleton metió más puntos en el último cuarto, 20, que todo Atlanta Hawks, 17. Ese dato comparado basta para resumir cómo resolvió Milwaukee Bucks el partido en el ambiente extraordinario del State Farm Arena.
Los Bucks se impusieron 102-113 para adelantarse 2-1 en las Finales del Este. Lo hicieron con un 17-30 en el cuarto final, un cuarto en el que apretaron sobremanera en defensa, disfrutaron de la exhibición ofensiva del mejor Middleton y aprovecharon el bajón de juego de Trae Young a raíz de una torcedura de tobillo que le llevó brevemente a vestuarios faltando 29 segundos para acabar el tercer cuarto.
Milwaukee respondió liderado por Middleton en su peor momento. El comienzo del último cuarto había sido territorio Okongwu. Fantástico el novato local en ese arranque de cuarto en el que Atlanta se puso con ventaja de 7 puntos (95-88). Fue ahí donde se rompió el partido, pero en sentido contrario, fue ese el punto de inflexión.
Porque a partir de ese 95-88 los Bucks fabricaron un parcial ganador de 5-22 hasta ponerse 100-110 faltando 1:32 para el final. Con mucha defensa, una leve ayuda de Giannis Antetokounmpo en ataque -el griego volvió a brillar- y un brutal Middleton Milwaukee acabó con la resistencia rival de forma ejemplar.
Impresionante cómo Middleton cortó de raíz la fiesta en la grada. Empezó a enchufar todo lo que caía en sus manos, metió 11 puntos en un abrir y cerrar de ojos y lideró una victoria que devuelve el factor cancha a los suyos.
Importante en la reacción la mejora de Milwaukee desde el triple en la segunda mitad, pasando del 3 de 14 de la primera mitad al 8 de 15 tras el descanso. Los Bucks dominaron los aspectos más físicos del juego: el rebote y los puntos en la pintura. Por eso, el añadido del triple fue la puntilla para unos Hawks que a pesar de su acierto desde la lejanía en la primera parte no pudieron irse del rival salvo en el primer cuarto, cuando adquirieron 15 puntos de ventaja (25-10), una ventaja que resultó efímera.
El equipo de Budenholzer, que no se adelantó por primera vez en el marcador hasta casi el final del tercer cuarto, vivió en ataque de los 71 puntos de Middleton y Antetokounmpo.
El alero sumó 38 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias y 6 triples, estuvo por encima del 50% en el tiro de campo y anotó 20 puntos cruciales en el cuarto final. Fastuosa su forma de resolver el encuentro. Fue el indiscutible MVP del partido. Se resarció a lo grande de su falta de acierto en el tiro en los dos primeros juegos de la serie.
El griego, mientras, volvió a estar en su sitio. Siempre tuvo Anteto buenas lecturas del juego. No se enmarañó en sus defectos, no perdió el norte nunca, hizo mucho daño en la pintura y solo pecó en los libres, entre cuentas atrás bien ruidosas de todo el pabellón. Sumó 33 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias. Está ofreciendo un excelente nivel de juego.
Además, 12 asistencias de un Jrue Holiday que no estuvo fino en la anotación (2 de 11 en el tiro para 6 puntos) y sobresalientes minutos, muy productivos para su equipo, de Bobby Portis (15 puntos en 17 minutos) y el intenso y trabajador Pat Connaughton. Con ellos en pista el valor en el marcador de los Bucks se disparó.
Corta rotación de Budenholzer, que apenas utilizó a Bryn Forbes, tirando prácticamente de solo 7 jugadores.
Atlanta fue de más a menos en el partido. Lo mejor de los Hawks fue su espectacular arranque, con Milwaukee perdiendo 3 balones en sus 3 primeras posesiones, con Trae Young encendiendo la mecha desde el principio y con los de McMillan poniéndose con un 25-10 a favor a las primeras de cambio.
El resto del partido fue otra cosa, pero siempre estuvieron en la pomada hasta la recta final del encuentro. Esta vez la providencial y exitosa forma de jugar de Atlanta bajo la dirección de McMillan en los últimos cuartos brilló por su ausencia. En ese bajón final pesó el estado físico de Trae Young (aunque su esguince no pareció excesivamente fuerte) y las limitaciones corporales de Bogdan Bogdanovic, que hizo una activa e interesante primera mitad para evaporarse en la segunda y terminar con un 3 de 16 en el tiro. La rodilla del serbio le está limitando. Parece cada día más claro.
Young terminó el partido con 35 puntos y 6 triples, pero solo dio 4 asistencias. Consiguió, por lo tanto, Milwaukee que no generara demasiado juego a su alrededor.
Tras Young, lo más destacable de Atlanta fue Danilo Gallinari. Se marcó un gran partido el italiano, que jugó una minutada para lo que suele ser habitual en él. Confió McMillan en Gallo y este respondió con 18 puntos.
John Collins estuvo casi toda la noche metido en problemas de faltas, y bien que lo acusaron los suyos, aunque cuando le tocó defender a Anteto fue un coladero, Clint Capela empezó a lo grande pero se fue diluyendo y Kevin Huerter ofreció una muy buena primera parte, muy completa en su juego y estadísticas, pero bajó tras el descanso.
Atlanta pierde fuelle ante unos Bucks pujantes, que han logrado dos triunfos seguidos para ponerse 2-1 y ver con optimismo lo que resta de serie.