Estados Unidos lo hizo de nuevo: venció en una final continental a México en menos de dos meses (le había ganado la final de la Nations League 3-2) y gritó campeón. Esta vez se consagró ganador de la Copa de Oro de la Concacaf, el torneo de selecciones más importante del Centro y Norteamérica, contra el clásico rival, en un partido muy disputado y que tuvo que ir hasta los 120 minutos de juego.
Lo notorio es que Estados Unidos presentó en el torneo un equipo alternativo y no contaba con sus figuras como Christian Pulisic o Weston McKennie pero sin embargo pudo hacerle frente a un México que tampoco contaba con todos sus titulares pero se entendía que eran mejores.
Sin embargo, luego de una batalla que parecía interminable, a los 117 minutos en una pelota parada, Miles Robinson, el inesperado héroe, conectó de cabeza, venciendo al muy buen portero mexicano Talavera para marcar la única diferencia en el marcador.
Después del gol ya no quedaba mucho por hacer pero México lo intentó, aunque la suerte ya estaba echada. Otra final entre los poderoso del norte y otra final que se queda Estados Unidos. Gerardo Martino, el entrenador argentino, se volvió a quedar con las manos vacías.